09/26/2025 | Press release | Archived content
Londres (Reino Unido)
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ
Bienvenidos todos y todas de nuevo. Creo que estaréis de acuerdo conmigo en que la sesión de esta mañana ha sido de verdad fantástica, y tenemos a dos grandes líderes para tirar de los hilos que el primer ministro Starmer expuso en su discurso.
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Y hoy nos acompañan dos líderes mundiales que han dado un paso al frente y han demostrado cómo es el liderazgo progresista, especialmente en el momento en el que el mundo más lo necesita.
Pedro Sánchez es presidente del Gobierno de España desde 2018, guiando a su país a través de una pandemia, una profunda polarización y una recuperación económica, todo ello mientras redoblaba la apuesta por la cooperación internacional y la transición ecológica.
Jacinda Ardern, la ex primera ministra de Nueva Zelanda, ha sido reconocida mundialmente por su enfoque de liderazgo y gobernanza basado en la empatía y la gestión durante su mandato.
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Estamos viendo una creciente inseguridad geopolítica, un autoritarismo en expansión y, al mismo tiempo, muchas grandes potencias que, en realidad, están dando la espalda a ese liderazgo.
P.- Permitidme empezar por la gran pregunta, que es: ¿qué tipo de respuesta necesitamos de los líderes progresistas para afrontar este momento de crisis?
Presidente Sánchez, empezamos contigo si te parece?
Presidente.- Bueno, en primer lugar, gracias.
Y me gustaría también reconocer al primer ministro Starmer por habernos reunido hoy.
Creo que es muy importante que los Gobiernos progresistas se encuentren, intercambien puntos de vista y también experiencias, y además que muestren a nuestros ciudadanos que formamos parte de una familia, de una familia más amplia, que puede ofrecer respuestas comunes a los retos globales y a los desafíos compartidos que afrontan todas nuestras sociedades.
Así que, hablando de liderazgo, creo que, en primer lugar, lo que necesitamos es tener una visión clara de lo que proponemos a nuestras sociedades.
Y para mí, al menos desde la perspectiva española -pero creo que es algo que podemos compartir-, la desigualdad es el principal desafío.
Por ejemplo, cuando hablamos de vivienda, en España la vivienda representa el 60% de la desigualdad que sufren los jóvenes o, digamos, el ciudadano de a pie de mi país.
En segundo lugar, creo que necesitamos determinación y convicción en esa visión que proponemos a nuestros ciudadanos. Y hablar con claridad a nuestros ciudadanos sobre los retos y la necesidad de construir coaliciones.
Durante los últimos siete años, hemos sido un gobierno de coalición en minoría, sin una mayoría clara en el Parlamento. Pero lo hemos hecho bastante bien.
De hecho, hemos sido capaces de reformar nuestro mercado laboral, también nuestro sistema de pensiones, el sistema educativo, el sistema científico en España. Sin contestación social, simplemente dialogando con los sindicatos, con la sociedad civil, hablando y llegando a acuerdos con las organizaciones empresariales.
Entonces, también es muy importante proponer y compartir esta visión incluso con personas que no piensan como tú, pero con quienes puedes encontrar puntos en común para avanzar en esa visión.
Y por último, diría que necesitamos cumplir. Por ejemplo, durante esta semana en la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, he escuchado discursos y declaraciones que decían que el cambio climático o la transición ecológica serían un obstáculo para el desarrollo económico de nuestros países.
Pues bien, los datos y la experiencia hasta ahora en España dicen lo contrario.
Desde que asumí el cargo en 2018, hemos logrado hasta el año 2025 reducir en un 50% -5-0, un cincuenta por ciento- los precios de la electricidad en mi país gracias a las energías renovables.
Por lo tanto, también necesitamos combatir y enfrentarnos a esas narrativas de la extrema derecha con datos, con hechos. Y lo bueno es que hay Gobiernos progresistas en todo el mundo que cumplen y demuestran que hay otra manera de hacer las cosas.
P.- Le he dicho al primer ministro en la sala de espera que íbamos a mandar una delegación a España para estudiar su reforma del mercado eléctrico, porque en Estados Unidos estamos en una gran batalla echándonos la culpa unos a otros por lo que ahora… Los precios de la electricidad han subido un 10% desde que Trump llegó al poder, por ejemplo.
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P.- Como he mencionado, el multilateralismo está bajo asedio. Y, como has dicho, en realidad, estas cuestiones están profundamente interrelacionadas.
Esta mañana se ha hablado mucho sobre el tema de la inmigración, pero los efectos climáticos que estáis viviendo en España, con incendios y sequías, y en el Pacífico, con inundaciones, con el agua salada que le quita terreno al agua dulce, pueden acabar con la posibilidad de la gente de quedarse en su tierra mucho antes de que esa tierra quede realmente sumergida bajo el agua.
Esas cosas están relacionadas. Pero, ¿cómo podemos convencer de manera eficaz a nuestras propias sociedades de que estas soluciones multilaterales son realmente fundamentales para su bienestar?
Porque, a veces… no creo que pudiera pedirle a un estadounidense que señalara Vanuatu en un mapa, y que siquiera acertara a ubicarlo en el océano Pacífico.
Entonces, ¿cómo lo hacéis vosotros? Y quizá vamos a invertir el orden.
Jacinda, tú primero, y, si os parece, luego Pedro.
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P.- Sigamos con el clima un momento. Pedro, has sido un defensor de la transición verde. Ha sido una fuente de crecimiento para vosotros. Ya has hablado de que habéis bajado los precios de la electricidad. ¿Cuál es tu argumento ante la gente? ¿Sienten el dolor del clima extremo? ¿Buscan la oportunidad de más inversiones y más puestos de trabajo? ¿Todo lo anterior?
Presidente.- Por supuesto. Por supuesto. Quiero decir, esto es una realidad. Y esto no es solo, bueno, esto no es algo abstracto hoy en día para los españoles, sino al contrario, es una realidad y un problema de seguridad cada vez mayor.
Hemos calculado que, en los últimos diez años, en pérdidas materiales, todas las consecuencias de la emergencia climática nos han costado más o menos 32.000 millones de euros y 20.000 muertos a causa del cambio climático.
Esta es la realidad. Pero, por otro lado, hay muchas oportunidades para España, por nuestro clima, por nuestra geografía, para desarrollar la transición verde, para beneficiarse de esta transición verde cuando se trata, por ejemplo, de esta energía renovable y sus consecuencias en nuestra industria. Así que hoy en día, en España, estamos asistiendo cada vez más a una reindustrialización en verde de nuestra actividad económica.
Si comparamos las cifras de crecimiento de la producción industrial en España, vemos que es superior a la de países industriales tradicionales como Italia, Francia o Alemania. Y esto se debe principalmente a la transición verde que iniciamos hace siete años.
Pero permitidme añadir que, volviendo de nuevo al multilateralismo, creo que también es muy importante trasladar a nuestros ciudadanos que, cuando hablamos de multilateralismo o de derecho internacional, estamos hablando de causas justas. Lo que significa, por ejemplo, que estoy muy orgulloso de pertenecer a una familia que tiene Gobiernos que han reconocido el Estado de Palestina, con la misma convicción y coherencia con la que estamos defendiendo la causa de los ucranianos cuando se trata de la invasión de Putin.
P.- Una de las otras cosas que has hecho, Pedro, es que, incluso cuando otras personas se han echado atrás y algunas grandes potencias, incluido Estados Unidos, obviamente, se han echado atrás en el compromiso de intentar intervenir para mejorar las vidas de todos en el mundo, para hacer frente no solo a la desigualdad en nuestras propias sociedades, sino a la desigualdad entre países, tú lo has convertido en una prioridad.
España, creo, gastó 4.000 millones de dólares en ayuda al desarrollo el año pasado bajo tu liderazgo. ¿Por qué lo has convertido en una prioridad y cómo se lo presentas a sus electores?
Presidente.- Tal vez, tal vez, bueno, porque he estado en el cargo desde 2018, he estado en el cargo durante la pandemia, como Jacinda, y en 2020, tuvimos la oportunidad de trabajar juntos.
Comprendí perfectamente la necesidad de comprometerse con el resto del mundo, y por eso creo que, desde las sociedades occidentales, cometimos un gran error cuando nos centramos únicamente en la defensa.
No quiero decir con esto que... No podemos olvidar que hay un desafío en el flanco oriental, que necesitamos aumentar nuestro gasto en defensa, pero no podemos sacrificar la ayuda al desarrollo por la defensa.
Porque lo que tenemos que transmitir también al Sur Global, y al resto de las sociedades, es que estamos comprometidos con su salud, con su desarrollo económico, con su futuro, en definitiva.
Hablando de migración, que nadie se confunda: luchamos contra la migración irregular. Luchamos contra los traficantes. Pero la mejor manera de luchar contra los traficantes y la migración irregular es ir a estos países de origen y tránsito y cooperar con ellos y ayudarles. Ayudarles a crear oportunidades para su gente.
Y, al mismo tiempo, por supuesto, permitir vías regulares de migración, para proporcionar esta fuerza de capital humano que necesitamos en nuestros países para impulsar nuestras economías. Y también formar a estas personas para que vuelvan a sus países y creen las condiciones para el desarrollo económico.
Así que, en mi opinión, hay una falta de empatía cuando escuchas a algunos líderes decir, frente a personas que dirigen países de islas pequeñas, que no hay cambio climático, cuando están viendo la subida del nivel del mar, y que el cambio climático representa una amenaza para su existencia.
Por eso creo que es cada vez más importante que las sociedades occidentales, bueno, por supuesto, Estados Unidos hoy en día se está desentendiendo, pero esta es también una gran oportunidad para la Unión Europea y otros países occidentales para llenar ese vacío y apostar por el multilateralismo.
Creo que el principal deber que tenemos como Gobiernos progresistas es apostar por el multilateralismo. Eso no significa que no necesitemos reformar el sistema. Tenemos que reformarlo y dar más legitimidad al sistema.
Pero, de nuevo, creo que el futuro del mundo, y creo que también una de nuestras principales causas como progresistas, es reforzar el multilateralismo.
P.- El primer ministro Carney, antes de ser primer ministro, estaba haciendo todo lo posible para reformar las instituciones financieras internacionales para hacer frente a estos retos, a la desigualdad global, para hacer frente al cambio climático. Son instituciones que se crearon ─tengo que hacer mis cuentas─ hace 70 años.
¿Cómo están funcionando? ¿Podemos sacarles más partido? ¿Es un lugar donde el liderazgo a nivel nacional puede forzar más cambios en el Banco Mundial, en el FMI y en los bancos regionales de desarrollo?
Presidente.- Debemos hacerlo. Creo que hay una falta de legitimidad. Esto es evidente, porque el sistema se creó hace 80 años. Y hoy tenemos regiones y economías muy fuertes que piden tener más presencia y, por tanto, más capacidad de influir en las decisiones.
Y, por supuesto, tener representantes al frente de estas agencias, algo que, por cierto, también me parece muy importante. Yo, por cierto, soy un firme defensor de que la próxima Secretaría General la ocupe una mujer. Y creo que esto también podría ser una señal muy positiva del dinamismo del sistema multilateral.
Así, por ejemplo, desde la perspectiva española, nosotros en la Conferencia de Sevilla para la Financiación del Desarrollo lo que propusimos es reformar algunas de estas instituciones financieras. Y hoy, el Gobierno está trabajando en lanzar una propuesta de reforma del sistema sanitario mundial.
Creo que estamos sufriendo un retroceso en materia de salud mundial. Necesitamos financiar la sanidad mundial. Creo que tenemos un sector privado muy importante. Las empresas también están comprometidas con la salud mundial.
Pero, de nuevo, tenemos que estar preparados para futuras pandemias o posibles problemas de salud a los que tendríamos que hacer frente y responder multilateralmente.
Y esto es algo que, de nuevo, empieza con las vacunas, cómo involucramos a los países, a los gobiernos y al sector privado en la financiación de vacunas contra el VIH o la tuberculosis, la malaria y otro tipo de enfermedades.
Y, en el caso de España, hemos anunciado que en los próximos dos o tres años aumentaremos nuestra aportación en 400 millones de euros para este tipo de políticas.
Así que hay muchas cosas que podemos hacer. Hay muchas cosas que podemos hacer para transformar de manera más eficaz nuestras instituciones multilaterales. Pero creo que lo único que falta es una voluntad política común de los principales países.
Pero, como decía, creo que desde los países medianos podemos influir mucho a la hora de avanzar en esto, en esta dirección.
P.- Bueno, ambos habéis conducido a vuestro país a través de la pandemia, y creo que probablemente subestimamos lo mucho que eso nos afectó. Afectó a la psique, algo que sigue incidiendo en la gente. Y nosotros, ya sabéis, salimos de ella. Vosotros habéis sacado a vuestros países adelante. Habéis podido restablecer una economía próspera.
Pero creo que aún queda mucha resaca. Tal vez podamos plantear lecciones aprendidas sobre cómo el sistema internacional podría responder mejor a estas crisis pandémicas y otras crisis que tengan el potencial de asolar el mundo.
Presidente.- Bueno, creo que de alguna manera hay una clara forma progresista de pensar cuando se definen los bienes públicos. Definitivamente la salud es un bien público, la seguridad lo es, por supuesto, el cambio climático.
Y, por lo tanto, tenemos que encontrar los medios para financiar en común, todos juntos, todos los países, estos bienes públicos.
Y, por otro lado, creo que debemos alabar la ciencia. Y, desgraciadamente, hoy somos testigos de que la mayoría de las posiciones políticas de, ya sabes, líderes prominentes son antirracionales y no se basan en datos y hechos científicos.
Por eso, creo que la gran lección de la pandemia, al menos desde nuestra perspectiva, es que necesitamos crear esta interfaz entre la formulación de políticas y la ciencia. Y esto es lo que estamos intentando hacer también desde España.
P.- Bueno, mi conclusión ─se nos acaba el tiempo─ de estos dos maravillosos líderes es: oferta clara, ser elegido, reformar y cumplir.
Ese es el programa progresista.
Gracias.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en inglés)