09/22/2025 | News release | Archived content
22/09/2025
La historia de Oday no es la de la mayoría de niños y niñas en la Franja de Gaza, pero su enorme mejoría es el mejor ejemplo de que los cuidados y un tratamiento a tiempo consiguen la recuperación de la desnutrición aguda grave, el peor estado de malnutrición que puede ser mortal para la infancia.
La desnutrición infantil continúa deteriorándose a un ritmo alarmante en Gaza, en un entorno en el que el acceso a la atención sanitaria y la nutrición es casi un privilegio. Las últimas informaciones revelan que la proporción de niños y niñas con desnutrición aguda alcanzó un nivel récord el pasado mes de agosto. Decenas de miles de niños y niñas se enfrentan a una hambruna a gran escala.
El bebé de la imagen, de apenas 10 meses, creció en esa situación precaria desde el mismo día en que nació. Recientemente perdió a toda su familia en un bombardeo. "Estaba tan débil, sus ojos hundidos, no podía dormir y su estado empeoraba cada día", nos cuenta su tío que lo está cuidando.
Oday, al igual que muchos otros niños y familias en Gaza, tuvo dificultades para conseguir suficiente comida. Estaba con sus tíos en un refugio temporal y allí fue donde un líder comunitario lo encontró con aspecto demacrado. No tenía certificado de nacimiento ni documento de identidad, pues los perdió en el ataque que mató a su familia, pero él les insistió en que buscaran ayuda en la clínica móvil que funcionaba en su refugio.
Allí fue examinado y detectaron su estado de desnutrición aguda grave.
"Nunca olvidaré cómo nos trataron; nunca me sentí solo, siempre hubo alguien ahí para consolarnos y guiarnos en cada paso del camino", agradece su tío.
Afortunadamente, había un centro de estabilización cerca de donde se encontraba Oday y pudo ser ingresado para recibir alimentación intensiva. Durante diez días, tuvo una estrecha vigilancia mientras recibía nutrición terapéutica. Para recuperarse de la desnutrición aguda, los pacientes necesitan alimentos especiales ricos en calorías que se les entreguen según un horario.
Lo que le ocurrió a Oday demuestra que, "incluso en refugios abarrotados y bajo una enorme presión, el apoyo oportuno puede salvar la vida de un niño o niña", en palabras de Melanie Galvin, Jefa de Salud y Nutrición de UNICEF.
Las cifras aumentan de forma alarmante
"En agosto, 1 de cada 5 niños en la ciudad de Gaza fue diagnosticado con desnutrición aguda y necesitaba el tratamiento nutricional vital que proporciona UNICEF", explica Catherine Russell, directora de UNICEF.
La hambruna continúa en aumento a un ritmo sin precedentes. En el mes de agosto se detectaron 12.800 niños y niñas con desnutrición aguda, tras los más de 13.000 ingresados en el mes de julio, la cifra mensual más alta jamás registrada en Gaza. Estas cifras son relativas si tenemos en cuenta que se han podido realizar menos cribados debido al cierre de 10 centros ambulatorios de tratamiento en la ciudad de Gaza y en el norte de la Franja.
Las familias ya no tienen acceso seguro a alimentos, agua potable ni servicios básicos de salud. Todo esto, en el contexto de las operaciones militares en curso, que en los últimos días ha provocado el desplazamiento de miles de niños y sus familias.
Además de los niños y niñas más pequeños, las mujeres embarazadas y lactantes se han visto particularmente afectadas por la falta de alimentos. La reducción de servicios nutricionales para este grupo y la falta de apoyo disponible han puesto a madres e hijos en un riesgo extremo. Hoy, uno de cada cinco bebés en Gaza nace de forma prematura o con bajo peso.
Los suministros nutricionales de UNICEF son críticos
Gracias a una intensa coordinación con las comunidades locales, desde UNICEF logramos transportar 340 camiones con suministros esenciales de nutrición, salud y agua y saneamiento en julio y agosto. También entregamos vacunas para la inmunización rutinaria, importante para proteger a los niños y niñas que ya están debilitados por la desnutrición y la falta de acceso a agua potable, y estamos aumentando la vacunación mediante equipos móviles y centros de salud para llegar al mayor número posible de niños y niñas de la forma más rápida y segura.
"Hemos conseguido introducir más suministros en la Franja, pero, con la escalada militar, alrededor de una docena de centros nutricionales se han visto obligados a cerrar, dejando a la infancia aún más expuesta. Es fundamental proteger los servicios de nutrición en la ciudad de Gaza y en toda la Franja. Ningún niño o niña debería sufrir desnutrición, una condición que podemos prevenir y tratar cuando tenemos acceso y podemos trabajar de forma segura", explica Russell.
Seguimos trabajando contrarreloj para aumentar la entrada de suministros nutricionales esenciales y distribuirlos. Las existencias de alimento terapéutico crecieron recientemente y deberían ser suficientes para tratar los casos previstos de desnutrición aguda grave hasta finales de año. Sin embargo, las cantidades actuales de otros suministros críticos para bebés, embarazadas y lactantes siguen siendo insuficientes.
Necesidades más urgentes en Gaza
Subrayamos la necesidad urgente de aumentar la ayuda alimentaria y mejorar de forma drástica la entrega, distribución y accesibilidad, junto con el suministro de artículos de nutrición, refugio, combustible, gas de cocina e insumos para la producción de alimentos.
Es fundamental apoyar la rehabilitación del sistema de salud, mantener y reactivar los servicios esenciales, incluida la atención primaria, y garantizar el suministro constante de material médico en toda Gaza.
La restauración de los flujos comerciales a gran escala, los sistemas de mercado, los servicios esenciales y la producción local de alimentos también es esencial para evitar los peores efectos de la hambruna.
Pedimos a todas las partes en el conflicto
Restablecer el alto el fuego. Esto es fundamental, y que cumplan con sus obligaciones en virtud del derecho internacional.
Los civiles, y las infraestructuras de las que dependen -incluidos hospitales, refugios, centros de nutrición y sistemas de agua- deben estar siempre protegidos de acuerdo con el derecho internacional humanitario.
La población civil, incluidas las familias bajo órdenes de evacuación, debe ser protegida y poder desplazarse de forma segura, sin ser nunca expulsada por la fuerza.
Israel debe permitir la entrada rápida y sin trabas de ayuda humanitaria suficiente en Gaza y garantizar un acceso seguro, constante y sostenible para el personal humanitario que entrega asistencia vital donde sea necesario.
Hamás y otros grupos armados deben liberar de inmediato a todos los rehenes restantes.