10/28/2025 | News release | Distributed by Public on 10/29/2025 04:28
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28 octubre, 2025En una reunión en línea organizada por IndustriALL Global Union, representantes sindicales de España y Francia se reunieron con sus pares de Argentina para expresar su solidaridad ante la preocupación por las propuestas de privatizar y fragmentar el sector nuclear público argentino. El debate no versó sobre cuestiones técnicas o disputas internas, sino sobre el futuro de un sector vital para la seguridad pública, los empleos altamente calificados y la tecnología nacional, construido a lo largo de décadas por miles de trabajadores y trabajadoras cuya experiencia no puede reemplazarse de la noche a la mañana.
Los sindicatos argentinos señalaron los riesgos de la privatización, entre ellos la participación privada en la empresa operadora NA-SA, la presión sobre la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) y la paralización de proyectos estratégicos como CAREM (un reactor modular pequeño de diseño nacional con obras civiles muy avanzadas) y RA-10 (investigación y radioisótopos). Advirtieron que la desintegración del sistema público destruiría las sinergias y provocaría una pérdida irreversible de las competencias adquiridas a lo largo de décadas.
Los participantes también expresaron su preocupación por los bajos salarios, ya que muchos trabajadores ganan menos del salario mínimo, con categorías que no superan el equivalente a USD 400. El resultado se ve de inmediato: una fuga de cerebros de trabajadores de entre 20 y 40 años, contratadas por empresas extranjeras, y la salida apresurada de profesionales con una formación que llevó años consolidar. Esta situación no solo es injusta, sino que también socava la cultura de la seguridad y la transmisión de conocimientos entre generaciones, que ahora se marchan en busca de empleos mejor remunerados en el extranjero.
"No estamos hablando de teoría, sino de salarios que no cubren las necesidades básicas y de técnicos que se están yendo", afirmó Rodolfo Kempf, de la CTA-CNTI de Argentina. "Si perdemos a estas personas, perdemos seguridad y futuro".
La seguridad y la gestión de residuos fueron motivos de preocupación comunes. Las delegaciones hicieron hincapié en que sería inaceptable privatizar estas áreas o desdibujar las responsabilidades.
Yann Perrotte, del sindicato francés FO FédéChimie, expresó: "La seguridad requiere un marco público claro. En lo que respecta a la gestión de residuos y el ciclo del combustible, las normas deben ser claras y públicas."
En la reunión también se destacó la importancia de proteger la autoridad reguladora nuclear independiente de Argentina, cuya capacidad técnica y autonomía son fundamentales en términos de seguridad.
Los aportes de España y Francia
España compartió su experiencia con el cierre previsto de centrales nucleares entre 2027 y 2035, y destacó el papel de la empresa pública de gestión de residuos en la preparación para el desmantelamiento y la importancia de aprovechar los conocimientos del personal que ha operado las centrales. Los sindicatos insisten en la necesidad de incluir cláusulas que protejan los puestos de trabajo y las competencias tanto durante la explotación como durante los cierres, y subrayan que las decisiones importantes en materia de energía no pueden tener éxito sin un acuerdo nacional estable y un diálogo social genuino.
Desde Francia, los participantes reflexionaron sobre las consecuencias de 25 años de liberalización del mercado, falta de inversión, pérdida de competencias e inseguridad laboral, antes de que el Estado recomprara el 100 % de la empresa EDF para restablecer la capacidad de inversión a largo plazo. La lección, dijeron, es clara: el sector nuclear no puede operar con una lógica a corto plazo impulsada por el mercado. Se necesitan instituciones sólidas, una financiación paciente y políticas estables.
Carlos Pérez, de la UGT FICA de España, declaró: "Sin diálogo social y planificación de competencias, no hay nada que funcione. Tanto en la explotación como en el desmantelamiento, el empleo decente y los conocimientos son fundamentales para garantizar la seguridad".
Por qué esta situación nos afecta a todos
Los sindicatos defienden la seguridad, el trabajo decente y la capacidad industrial. A medida que la demanda de electricidad sigue aumentando, impulsada por los centros de datos y la rápida digitalización, todos los países necesitarán una planificación pública eficaz, una regulación independiente y trabajadores calificados cuyos derechos estén garantizados.
La directora del sector energético de IndustriALL, Diana Junquera, expresó:
"La solidaridad sindical no es un gesto: es nuestra estrategia para garantizar la seguridad. Si un país desmantela su ecosistema nuclear, pierde capacidades que tardará décadas en recuperar. No hay soluciones fáciles. Pero hay un camino claro: trabajo decente, transparencia y solidaridad con el movimiento internacional. En esto, IndustriALL y sus afiliados están y seguirán estando con Argentina".
Francia
España
Argentina
Energía (petróleo, gas, electricidad y nuclear)
Derechos de los trabajadores