07/08/2025 | Press release | Distributed by Public on 07/08/2025 12:02
Escalar intervenciones educativas efectivas sigue siendo un importante desafío de política pública. Los programas que tienen éxito a pequeña escala a menudo pierden impacto cuando se expanden-un fenómeno que los investigadores denominan "efecto voltaje". Esto es especialmente cierto para intervenciones que dependen de interacciones humanas intensivas como la orientación vocacional, asesoría pedagógica o tutorías, donde el costo y la disponibilidad de personal capacitado limitan la expansión. La pregunta que enfrentan líderes educativos y responsables de políticas públicas es clara: ¿Cómo podemos escalar intervenciones educativas efectivas manteniendo su impacto? La IA generativa se presenta como una potencial respuesta a este problema, ofreciendo la posibilidad de mantener la calidad mientras se reducen los costos y requerimientos de recursos.
El programa "Quiero Ser Profe" (QSP) de Elige Educar en Chile ejemplifica este desafío de escalabilidad. El objetivo del programa es aumentar la inscripción en programas de pedagogía, mediante orientación y tutoría personalizada a través de WhatsApp a estudiantes de educación secundaria, motivándolos a considerar carreras de enseñanza. Esfuerzos como QSP son especialmente relevantes porque Chile - al igual que otros países de la región y a nivel global - enfrenta una escasez de docentes, con estimaciones que proyectan un déficit de más de 30,000 docentes calificados para el 2030. QSP depende de tutores humanos que deben ser reclutados de programas de formación docente, extensamente capacitados y cuidadosamente supervisados. Este enfoque que depende de recursos humanos crea un techo inherente en el alcance del programa, limitando el número de estudiantes de secundaria que puede atender. Antes del 2020, el programa alcanzaba solo 2,400 (6%) de aproximadamente 40,000 estudiantes de secundaria que expresaban interés en aprender más sobre carreras de pedagogía.
Reconociendo este desafío de escalabilidad, en 2020 el BID colaboró con Elige Educar para explorar si la tecnología podría ayudar a replicar la orientación y tutoría proporcionada por tutores humanos y permitir la ampliación del programa sin sacrificar su impacto. Este primer intento de escalamiento consistió en un chatbot programado disponible vía WhatsApp que fue diseñado para entregar los mismos mensajes centrales e información que los tutores humanos. El chatbot programado se basó enteramente en mensajes pre-escritos y opciones de menú basadas en botones, sin capacidad para generar respuestas personalizadas como los chatbots de IA modernos. Esta intervención fue evaluada a través de una evaluación con más de 40,000 estudiantes (acceso abierto aquí).
Los resultados fueron prometedores en términos de alcance: con el bot programado, el programa ahora podía llegar a la mayoría de los estudiantes interesados en saber más sobre carreras de pedagogía. Sin embargo, el bot no fue efectivo en motivar a los estudiantes a considerar carreras de pedagogía. Los tutores humanos aumentaron la probabilidad de que los estudiantes clasificaran un programa de educación como su primera opción en 1.25 puntos porcentuales-un aumento del 9.5% sobre la línea base-y aumentaron la inscripción en programas de educación en 0.9 puntos porcentuales, lo que representa un incremento del 8.5%. En contraste, los efectos del bot programado fueron menores-aproximadamente un tercio a la mitad del tamaño-y estadísticamente insignificantes. Los resultados subrayan que aunque los bots eran más baratos y escalables, tenían menos impacto, probablemente debido al nivel limitado de interacción y personalización que ofrecían, dos atributos clave de la tutoría humana efectiva.
En 2024, construyendo sobre los resultados del estudio y los avances en IA generativa, colaboramos nuevamente con Elige Educar para pilotear un nuevo modelo para escalar el programa QSP. Desarrollamos Kai, un chatbot de IA disponible a través de WhatsApp diseñado para replicar el apoyo personalizado e interactivo de los tutores humanos. Kai se adapta a las necesidades de los estudiantes para ofrecer orientación personalizada, con el objetivo de combinar la escalabilidad y eficiencia de costos de la IA con la interacción y personalización que hace efectiva la orientación y tutoría proporcionada por tutores humanos (Figura 1).
Figura 1. Capturas de pantalla del chatbot Kai vía WhatsApp
Durante el proceso de admisión 2024-25, realizamos un ensayo controlado aleatorio (RCT por sus siglas en inglés) con más de 43,000 estudiantes en tres grupos: un grupo que recibió apoyo de tutores humanos de Elige Educar vía WhatsApp, un grupo que recibió apoyo de Kai vía WhatsApp, y un grupo de control que no recibió la intervención.
¿Cómo interactuaron los estudiantes con el chatbot Kai, en comparación con los tutores humanos, en el programa QSP? El análisis inicial de las interacciones revela que los estudiantes se comportan de manera diferente con la IA versus con los tutores humanos, revelando patrones importantes para el escalamiento de intervenciones educativas. Emergen cuatro hallazgos clave:
Figura 2. Participación inicial, Kai y tutores humanos
Figura 3.
Nota: Esta figura muestra la distribución de puntajes de similitud coseno entre preguntas de usuarios y respuestas de un tutor humano o Kai. La similitud coseno mide la alineación semántica y sirve como un proxy para la eficiencia de respuesta. Solo se incluyeron pares de entrada-salida basados en preguntas para consistencia.
Estos hallazgos iniciales son prometedores porque revelan el potencial de la IA para escalar programas como QSP. Actualmente estamos realizando análisis más completos para entender mejor las ventajas y limitaciones de la orientación vocacional impulsada por IA, examinando factores como la capacidad de Kai para la empatía, persuasión y eficiencia en comparación con los tutores humanos, así como midiendo el impacto final de esta intervención en los resultados principales de interés: postulaciones e inscripciones en carreras de pedagogía.
Mientras esperamos los resultados completos, queda claro un mensaje: necesitamos evidencia rigurosa sobre el impacto de la IA en la educación. Estos análisis iniciales sugieren que el futuro de las intervenciones educativas dependerá de entender cómo los enfoques impulsados por IA y humanos pueden trabajar juntos. Este enfoque complementario podría ser clave para superar los desafíos persistentes de escalamiento en la política educativa.