09/15/2025 | Press release | Distributed by Public on 09/15/2025 15:48
100 personas privadas de la libertad se graduaron en el establecimiento penitenciario El Pedregal, como parte de un proceso formativo integral orientado a la resocialización, el desarrollo personal y la construcción de una nueva oportunidad de vida. Los beneficiarios recibieron formación en el ser, habilidades para la vida y competencias laborales, además de asesoría jurídica que les permitirá acceder a beneficios legales y avanzar en su reinserción social.
Este proceso incluye la educación en manejo de emociones, resolución de conflictos, anatomía del delito y autocuidado, junto con capacitación en oficios como estuco y pintura en alianza con el Sena y fundaciones sociales. Con ello se busca fortalecer las herramientas para que quienes recuperen la libertad lo hagan en el marco de la legalidad y con oportunidades reales de empleo.
"La resocialización es una pieza fundamental de nuestra política de seguridad y convivencia. Acompañar a estas personas en su proceso de cambio es también una forma de prevenir la reincidencia y garantizar una ciudad más segura. Apostamos por una libertad con propósito, porque nuestra misión es combinar autoridad y orden con oportunidades de vida digna", señaló la directora del programa Parceros, Paulina Patiño.
Los antecedentes delictivos de esta población privada de la libertad reflejan realidades asociadas al hurto, la violencia interpersonal y conductas ligadas al crimen organizado. En este escenario, la estrategia de resocialización busca intervenir de manera directa en los factores de riesgo que originan la reincidencia y romper los ciclos de ilegalidad que afectan a la sociedad.
"La seguridad se defiende con firmeza, pero también con procesos que brinden alternativas a quienes buscan rehacer su vida. Nuestro compromiso es con la autoridad, el orden y la protección de la ciudadanía", señaló la directora del programa.
Tras culminar esta formación, los graduados acceden a beneficios jurídicos como la certificación de buena conducta y descuentos en el tiempo de la pena, conforme a la normatividad vigente. Los próximos pasos incluyen el fortalecimiento de nuevos ciclos de capacitación con más población privada de la libertad, garantizando que la estrategia de resocialización tenga un alcance sostenible y transformador.