Empresas y derechos humanos: Importante avance en implementación de Principios Rectores en Chile

SANTIAGO (OIT Noticias).- Con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Programa de Sostenibilidad Corporativa de la Universidad Católica de Chile (UC) presentó los resultados del Tercer Diagnóstico sobre Empresas y Derechos Humanos 2024, un informe clave que evalúa el nivel de compromiso del sector empresarial con los Principios Rectores de Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos (PRNU) en Chile.
El estudio, presentado el 10 de enero de 2025, evidencia un progreso significativo en la adopción de estándares internacionales, consolidando una tendencia de madurez y compromiso en la gestión empresarial responsable. En esta tercera edición, el informe amplió su alcance incorporando, por primera vez, al sector vitivinícola, un actor clave en la economía nacional.

Compromiso empresarial con los derechos humanos

Durante los últimos tres años, el diagnóstico ha evaluado a empresas del índice IPSA y empresas públicas, analizando su alineación con los PRNU. Los resultados de 2024 revelan un crecimiento de 7 puntos porcentuales en el cumplimiento de estos principios respecto al año anterior en ambos casos, alcanzando un promedio de 46% de cumplimiento para las primeras, y un 21% para las segundas, destacando avances importantes en sectores estratégicos.

Principales hallazgos del informe:

• Liderazgo del sector eléctrico: Empresas IPSA del sector de energía alcanzaron un 68% de cumplimiento, mientras que el sector retail mostró avances significativos, alcanzando un 51%, seguido por el sector de procesamiento de extractos y minerales con un 48% de implementación.
• Los resultados promedio obtenidos por el conjunto de empresas públicas indican que la implementación de los PRNU se encuentra aún en una etapa incipiente. Pero destacan algunas empresas líderes con cumplimento superior al promedio.
• Incorporación del sector vitivinícola: Su inclusión en el diagnóstico evidencia su relevancia económica y cultural, pero también expone desafíos frente a la falta de información pública sobre el nivel de compromisos de las empresas del sector en materia de derechos humanos.
• Desafíos persistentes: Se identificó la necesidad de fortalecer la participación de los grupos de interés, incluidos trabajadores y sindicatos, mejorar los mecanismos de debida diligencia y avanzar en la reparación de impactos adversos.

El rol de la OIT en la promoción de la conducta empresarial responsable

El compromiso de la OIT con la conducta empresarial responsable y los derechos humanos en el mundo del trabajo ha sido clave en este proceso. A través del Proyecto Conducta Empresarial Responsable en América Latina y el Caribe (CERALC), con el respaldo de la Unión Europea y socios internacionales, la OIT ha apoyado la promoción de estándares internacionales y el fortalecimiento de políticas sobre conducta empresarial responsable.
Al respecto, Jaime Godoy, Coordinador del Proyecto CERALC en la OIT para Argentina, Brasil y Chile, destacó: "La OIT promueve el trabajo decente, basado en el respeto de los derechos laborales fundamentales. Este diagnóstico refleja un compromiso significativo del sector empresarial chileno, promoviendo una conversación franca sobre los desafíos y el camino a seguir para alcanzar el trabajo decente para todos."
Por su parte, Fabio Bertranou, Director de la Oficina de la OIT para el Cono Sur, resaltó: "Las empresas juegan un rol clave en la promoción de los derechos humanos en el mundo del trabajo. Avanzar en la implementación de los Principios Rectores no solo fortalece la confianza entre empresas y trabajadores, sino que contribuye a la construcción de un modelo de desarrollo más justo y sostenible."

Un llamado a la acción para el 2025

El Tercer Diagnóstico sobre Empresas y Derechos Humanos 2024 reitera la importancia de que las empresas integren la debida diligencia en sus operaciones, fortaleciendo la transparencia y la participación de los grupos de interés. La OIT continuará acompañando a los actores empresariales, al gobierno y a los trabajadores para consolidar un modelo de desarrollo basado en el respeto de los derechos humanos y el trabajo decente.