UNICEF - Comité Español

10/17/2024 | Press release | Distributed by Public on 10/17/2024 09:30

Líbano: 1,2 millones de personas, incluidos 400.000 niños y niñas, desplazadas por escalada del conflicto UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) están trabajando[...]

*Portavoces disponibles para conceder entrevistas en inglés y francés en el Líbano y portavoces en español en España y en Nueva York.

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NUEVA YORK, 17 de octubre de 2024 - "Me uno a ustedes hoy aquí no sólo como representante de UNICEF, sino como testigo de la catástrofe humanitaria que se está produciendo en el Líbano. A principios de esta semana, Carl Skau y yo nos reunimos con familias que lo han perdido todo excepto la esperanza. En los refugios desbordados de familias desplazadas y en los asentamientos de tiendas de campaña que acogen a familias sin ningún otro lugar donde ir, escuchamos a mujeres y madres que lloraban y a padres que hablaban de noches llenas de miedo. Cada historia es un testimonio de las decisiones imposibles que los padres se ven obligados a tomar, y de su resiliencia en medio del miedo y la incertidumbre incesantes.

Hemos visto este miedo en el puesto de control de Masnaa, donde cientos de miles de personas han cruzado a Siria desde el 23 de septiembre, un movimiento que, por su magnitud, complica la ya de por sí tensa respuesta humanitaria en Siria. Se trata de personas que huyen de una devastación para adentrarse en un futuro incierto.

Aproximadamente 1,2 millones de personas -hombres, mujeres, niños y niñas- se han visto desplazadas por esta escalada del conflicto, incluidos unos 400.000 niños y niñas. Casi 190.000 de los que se han visto obligados a abandonar sus hogares se encuentran ahora en refugios más que improvisados con la esperanza de encontrar una apariencia de seguridad -en su mayoría escuelas públicas-, mientras que otros innumerables buscan refugio con cualquiera que pueda ofrecerles un techo y un lugar donde descansar. Algunos no tienen otra opción que la playa o la calle. El coste psicológico es inmenso, sobre todo para los más jóvenes. Los niños y las niñas lidian ahora con pesadillas de bombardeos, la pérdida de seres queridos y la desaparición de sus hogares y escuelas.

He conocido a Zeinab, de 11 años, en un refugio de Beirut. Me dijo con determinación, mientras hacía dibujos de su casa ahora destruida, que su principal deseo es volver allí. Ella y su familia escaparon de la casa mientras caían las bombas. Zeinab sabe que tiene suerte de estar viva.

Sin embargo, incluso en esta oscuridad, he sido testigo de profundos actos de solidaridad. Líbano ha tenido muchas fallas. Las comunidades libanesas, a su vez tensas por las vulnerabilidades preexistentes y las presiones sobre los servicios sociales, están abriendo sus corazones y sus hogares a los necesitados por encima de las líneas comunales, sectarias y religiosas. Esta generosidad es el hilo que mantiene unido un tejido social deshilachado por el conflicto, y es imperativo que nuestra respuesta apoye tanto a los desplazados como a las comunidades que los acogen, pero también reconocer que la solidaridad será cada vez mayor.

UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) están trabajando incansablemente para satisfacer las necesidades inmediatas. Carl hablará de lo que está haciendo el PMA. Los equipos de UNICEF están trabajando sin descanso para satisfacer las necesidades de los niños y las niñas desde todos los ángulos. Desde garantizar el flujo de agua potable hasta suministrar a los refugios kits de saneamiento, jabón y champú. Desde poner en contacto a los desplazados con los servicios de atención primaria de salud hasta responder a los problemas de salud mental de los niños y niñas mediante actividades lúdicas y de apoyo psicosocial. Desde la búsqueda de familias para reunir a los niños perdidos hasta la entrega de 167 toneladas de suministros médicos para ayudar a las mujeres embarazadas y a las niñas y los niños heridos a recibir la atención que necesitan, pasando por la organización por parte del PMA y UNICEF de convoyes de ayuda que llegan a las zonas de más difícil acceso con suministros esenciales para la infancia. Pero la magnitud de esta crisis exige más. Nos enfrentamos a una serie de puntos de inflexión:

Hasta ahora la respuesta se ha centrado en gran medida en los desplazados en los refugios. Tenemos que apoyar a las familias desplazadas que viven con familiares o amigos o que alquilan un pequeño local. Conocimos a una familia -dos hermanos con 13 miembros en total- que vive en el apartamento de una compañera suya de otra comunidad: ella está en una habitación y ellos en las otras dos. Ambos hermanos trabajaban antes de esta escalada, pero se quedarán sin dinero a finales de mes. Estamos trabajando con el gobierno, el PMA, ACNUR y el Banco Mundial para buscar soluciones en efectivo para los más vulnerables de estos desplazados.

Necesitamos urgentemente mejorar la infraestructura de agua, saneamiento e higiene en los más de 1.000 refugios que no estaban equipados para albergar hasta 1.000 personas. UNICEF se compromete a hacerlo en 300 de estos refugios.

Se acerca el invierno, está haciendo frío aquí, hará frío en Beirut muy pronto y tenemos que estar preparados para apoyar a las familias cuando haga frío.

El año escolar comienza con la apertura de escuelas privadas hoy. Prácticamente todas las escuelas públicas se utilizan como refugio, han sido destruidas o son inaccesibles. Necesitamos encontrar soluciones de aprendizaje alternativas para las niñas y los niños afectados para evitar perder una generación.

Y fundamental: el derecho internacional humanitario no puede considerarse sólo un concepto abstracto: es esencial. Todas las partes en este conflicto deben dar prioridad a la protección de los civiles y de las infraestructuras civiles. Los ataques contra viviendas, centros de salud, escuelas o refugios están causando víctimas civiles masivas (100 niñas y niños muertos y más de 800 heridos en las últimas tres semanas). Es imperativo que todas las partes en conflicto se adhieran al DIH y cumplan los principios de proporcionalidad, distinción y precaución en la conducción de las hostilidades. Deben garantizar el respeto y la protección de todo el personal médico. Deben respetar y proteger las instalaciones civiles que proporcionan servicios esenciales e infraestructuras críticas como agua, saneamiento, carreteras, puentes o instalaciones eléctricas.

Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe con urgencia. La financiación es fundamental, el llamamiento de UNICEF está financiado al 8% en estos momentos. La financiación debe estar libre de condicionalidades que impidan una acción rápida. Debemos mantener abiertos los puertos y las rutas de suministro, garantizando que la ayuda humanitaria llegue a aquellos que se tambalean al borde de la desesperación. E imploramos a todas las partes que protejan estas rutas, permitiendo a los trabajadores humanitarios llevar a cabo su labor de salvar vidas sin amenazas.

Por encima de todo, los niños, las niñas y las familias del Líbano necesitan paz. La última vez que me dirigí a todos ustedes fue hace apenas un mes, tras mi última visita a Gaza. Hay ecos profundamente preocupantes en esta situación con la de los niños, las niñas y las familias afectados por la guerra en Gaza. Los niños son los primeros afectados en un conflicto como éste. Las vidas de los niños del Líbano, de los niños de Palestina y, de hecho, de los niños de Israel y de toda la región han quedado devastadas por el conflicto. Todos estos niños y niñas necesitan desesperadamente que se ponga fin a la violencia que les roba su seguridad, su educación y su propia infancia. Un alto el fuego - unos, en plural - no es sólo una pausa en los combates, es el primer paso hacia la reconstrucción de las vidas y el restablecimiento de la esperanza. El tiempo no corre a nuestro favor".

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Acerca de UNICEF
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Elena María Hernández Martínez
UNICEF España, Tel: 608 51 76 05
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