09/17/2025 | Press release | Distributed by Public on 09/17/2025 11:54
La resiliencia en infraestructura educativa y sanitaria es clave para el desarrollo del Caribe, pues la región es una de las más afectadas por desastres, como los huracanes, que provocan daños devastadores a la infraestructura, los servicios y las comunidades.
Esta vulnerabilidad agrava la significativa brecha de infraestructura que enfrenta la región: en sectores como agua, transporte y electricidad puede alcanzar entre US$19.600 millones y US$30.000 millones, de acuerdo con estimativas del BID. Si sumáramos educación y salud sería aún mayor. Para cerrarla, no basta solo inversión financiera. Se requiere planificación estratégica, ejecución efectiva y salvaguardias medioambientales y sociales, que sean prácticas y realizables en los contextos de pequeñas islas y países en vías de desarrollo.
Desde el Banco de Interamericano de Desarrollo (BID), y en el marco de la iniciativa ONE Caribbean, trabajamos estrechamente con los países de la región para fomentar inversiones en infraestructura sólida y resiliente. En los sectores de educación y salud, nuestro apoyo se enfoca en proteger a las comunidades, fortalecer el aprendizaje infantil, mejorar la salud pública y acelerar el desarrollo nacional. En esta entrada, exploraremos tres acciones clave para diseñar una estrategia efectiva de construcción de infraestructura resiliente en salud y educación, utilizando como herramienta los Planes Nacionales de Inversión en Infraestructura (NIIP, por sus siglas en inglés: National Infrastructure Investment Plan).
Acción 1: Tener una visión multisectorial
La infraestructura social - como las escuelas y los hospitales - depende también del acceso a otros tipos de infraestructura como agua y saneamiento, electricidad y transporte. Por eso es importante, que los gobiernos desarrollen planes estructurados de inversión y carteras de proyectos con enfoque multisectorial para el corto, mediano y largo plazo.
Los NIIP permiten a los gobiernos mejorar la eficiencia y efectividad de sus inversiones públicas. A través de estos planes, se pueden identificar oportunidades de inversión tanto en infraestructura nueva como en la existente, alineadas con estrategias de desarrollo nacional. Además, los NIIP facilitan la identificación de reformas políticas, el fortalecimiento de capacidades institucionales y la realización de estudios técnicos necesarios para impulsar el progreso en educación y la salud.
El BID ha identificado seis temáticas clave que deberían ser consideradas dentro de los NIIP de educación y salud de la región, a partir de un análisis de los planes, políticas y estrategias de desarrollo nacionales y sectoriales de la región (Figura 1).
Figura 1: Desafíos claves de infraestructura escolar y sanitaria en el Caribe
Fuente PropiaAcción 2: Fortalecer la disponibilidad de datos y las capacidades
Para que los NIIP sean una herramienta efectiva es necesario mucho trabajo técnico para que puedan tener un enfoque basado en datos y no en conjeturas. Por eso es clave avanzar con medidas que fortalezcan la planificación, la información disponible y las capacidades de gestión. Estas acciones permiten priorizar inversiones estratégicas, cerrar brechas y garantizar que las infraestructuras respondan a las necesidades presentes y futuras. Algunas medidas claves incluyen:
Acción 3: Incorporar la resiliencia para los desastres
La resiliencia es un componente esencial para garantizar que la infraestructura educativa y de salud pueda resistir y recuperarse de desastres y los eventos climáticos adversos. La evidencia indica que, por cada US$1 invertido en resiliencia, se pueden ahorrar hasta US$4 en costos de recuperación y reconstrucción. Y la inversión en resiliencia a desastres no sólo ahorra costes de inversión, sino que también garantiza que las comunidades sigan teniendo acceso a la educación y a los servicios de salud después de un acontecimiento adverso.
Fue por eso que el BID anunció en 2023 inversiones en educación, salud e infraestructura resiliente en países como Trinidad y Tobago, Guyana y Barbados. Pero además de nuevas inversiones, es necesario también incorporar la resiliencia en los NIIP a través de las siguientes acciones:
Más allá de los ladrillos
La resiliencia en la infraestructura de escuelas y hospitales va mucho más allá de la construcción de edificios. Estas instalaciones son pilares fundamentales para el desarrollo humano y por lo tanto, garantizar su permanencia durante y posteriormente a los desastres es clave para proteger los avances alcanzados en educación y salud, reducir las desigualdades y fortalecer la capacidad de las comunidades para resistir y recuperarse ante las crisis.
Desarrollar NIIPs sólidos y consistentes para los sectores de educación y salud, requiere contar con información basada en evidencia, que permitirá planificar y tomar las mejores decisiones. El análisis de información multisectorial y multidimensional en torno a la infraestructura es, pues, imprescindible; inversiones selectivas, inteligentes, realizables y transparentes, que reflejen los objetivos nacionales de desarrollo y se logren mediante el consenso de los gobiernos, son la clave de los NIIPs.
Y gracias a la evidencia, hoy sabemos que invertir en infraestructura educativa y de salud resiliente no solo crea las condiciones para mejorar la calidad de vida de las personas, sino que también fortalece la capacidad del Caribe para enfrentar los desafíos del futuro.
Te invitamos a que compartas tu experiencia o las iniciativas que conozcas para enriquecer esta conversación regional.
Mikael Gartner, Experto en Infraestructura y Código de Construcción, también contribuyó a esta entrada.