10/29/2025 | Press release | Archived content
GINEBRA - ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, expresa su profunda preocupación ante la escalada de violencia brutal en El Fasher, capital de la región de Darful del Norte en Sudán, que ha obligado a miles de civiles a huir, dejando a muchos otros atrapados en la ciudad, con pocas alternativas.
Según los informes recibidos, las Fuerzas de Apoyo Rápido han entrado en la ciudad, desencadenado el miedo generalizado entre familias que han sobrevivido a 500 días de asedio y conflicto incesante.
Se estima que unas 26.000 personas han huido de El Fasher en los últimos días. Los civiles escaparon de los combates aterrorizados, atravesando puestos de control armados y haciendo frente a extorsión, arrestos arbitrarios, detención, saqueos, acoso y graves violaciones de derechos humanos en su intento por alcanzar un lugar seguro. Los testimonios de quienes han llegado a la localidad de Tawila, a 50 kilómetros de El Fasher, dan cuenta de que la alarmante crisis humanitaria y de protección se está agravando a gran velocidad.
Se han reportado desplazamientos adicionales en todo Darful del Norte, y se espera que más personas huyan en los próximos días y semanas, incluso cruzando la frontera hacia Chad, donde ACNUR y sus socios están preparados para asistir a los recién llegados.
Entre las graves violaciones de protección reportadas se encuentra la violencia sexual generalizada contra mujeres y niñas por parte de grupos armados durante los ataques y en la huida, además de ejecuciones atroces en El Fasher. Nos preocupa especialmente la situación de otros grupos vulnerables, incluidas personas con discapacidad. ACNUR insta encarecidamente a todas las partes a abstenerse de ejercer la violencia y, especialmente, de los ataques contra civiles en las rutas de desplazamiento. Los civiles nunca deben ser objetivo, y se debe garantizar su paso seguro.
Solicitamos acceso seguro, sin restricciones e inmediato para que los actores humanitarios puedan llegar a las personas en situación de urgente necesidad. El cumplimiento del derecho internacional humanitario es una obligación, no una opción.
En Tawila, ACNUR y sus socios informan que las familias, especialmente los niños, llegan desnutridos, enfermos y traumatizados tras el peligroso viaje hacia la seguridad. Estamos proporcionando asistencia vital y servicios esenciales a las familias desplazadas, incluyendo refugio, artículos básicos y asistencia en efectivo, además de ofrecer apoyo psicológico en centros comunitarios polivalentes. ACNUR también está realizando evaluaciones individuales de protección para algunos de los recién llegados más vulnerables. Hay miles de kits de artículos domésticos en Nyala, Darfur del Sur, listos para su distribución, a la espera de acceso seguro. ACNUR también planea entregar kits de profilaxis post-exposición (PEP) y otros artículos esenciales desde Farchana, Chad, hacia Tawila y Dar Zagawa para responder a las crecientes necesidades.
Con las comunicaciones gravemente afectadas, ha sido difícil obtener actualizaciones de los civiles que aún permanecen en El Fasher. La inseguridad actual sigue bloqueando el acceso, impidiendo la entrega de asistencia vital a quienes están atrapados en la ciudad sin alimentos, agua ni atención médica.
En Kordofán del Norte, se han reportado patrones similares de violencia y violaciones de derechos humanos por parte de los supervivientes, tras la reciente caída de la ciudad de Bara, lo que ha provocado el desplazamiento de miles de personas dentro del estado. Nos preocupa un posible asedio a la ciudad de El Obeid, que alberga a decenas de miles de desplazados internos sudaneses, lo que agravaría aún más las necesidades humanitarias en la región.
Junto con otras agencias de la ONU y socios, ACNUR continúa sus esfuerzos para brindar apoyo vital a quienes lo necesitan con urgencia en El Fasher, Darfur y en todo Sudán, a pesar de la inseguridad y los obstáculos burocráticos. Todos nuestros socios enfrentan una grave escasez de financiación. El llamamiento humanitario para Sudán en 2025, la mayor crisis de desplazamiento del mundo, está financiado solo en un 27 %, mientras las necesidades siguen intensificándose.