12/15/2025 | Press release | Distributed by Public on 12/16/2025 05:31
Palabras del Presidente Javier Milei en la cena de fin de año de la Fundación Faro
Javier Milei: Bueno, buenas noches a todos. Y antes de comenzar quisiera decir unas palabras sobre el atentado terrorista islámico que se llevó adelante este fin de semana en Australia y paralizó al mundo entero. Primero, quiero expresar mi solidaridad con la comunidad judía en la Argentina y en el mundo, en un contexto global en el cual el antisemitismo encuentra expresiones cada vez más aberrantes, pero también quiero alertar que esta amenaza trascienda del pueblo judío en tanto se trata de una afrenta contra la libertad misma. Porque ese es sin duda el valor más sagrado de nuestra cultura occidental, que cada ciudadano pueda llevar adelante una vida libre, pacífica, asociándose, vinculándose con quien quiera y profesando la fe que quiera dentro del marco de la ley.
Esto es lo que está en juego y lo que la barbarie terrorista inhumana quiere que pongamos en entredicho: son actos como este por parte de enemigos acérrimos de la libertad que están dispuestos a asesinar a sangre fría para imponer sus creencias, los que nos recuerdan la importancia de la batalla cultural que estamos dando, porque la injusticia y el mal triunfan cuando el bueno se mantiene indiferente. El virus woke que infectó a Europa y gran parte del mundo libre muchas veces se exige mirar para otro lado o defender lo indefendible con tal de no ofender a los victimarios; por eso es nuestro deber seguir alertando que lo que está mal está mal y basta, sea en casos inapelables como lo que pasó ayer o en casos cotidianos que a simple vista parecen inocuos.
Por otro lado y en una noticia más feliz, diría casi mucho más feliz, quiero aprovechar para dar mis felicitaciones a José Antonio Kast flamante presidente electo de Chile por su contundente victoria en las urnas y con ello extiendo también un fraternal abrazo al pueblo chileno que hoy comienza a vivir en una nueva era, esto es una señal más de que Sudamérica ha despertado y ha comenzado a girar indefectiblemente hacia las ideas de la libertad, lejos de la calamidad del socialismo del siglo XXI. En ese sentido y dando inicio formal al discurso de hoy, esta Fundación se ha convertido en un verdadero baluarte de la batalla cultural que venimos dando desde hace años frente al oscurantismo izquierdista, es una gran alegría estar nuevamente aquí entre amigos en la cena de fin de año de la Fundación Faro.
En este sentido, quiero agradecer a su Presidente Agustín Laje, referente y pionero de la batalla cultural, no solo nuestro país sino en todo hispanoamérica, por honrosa invitación y por el trabajo de todos estos años, estoy seguro de que Agustín es uno de los grandes artífices del cambio de paradigma cultural que estamos atravesando, por lo cual quiero pedir un fuerte aplauso, gracias Agustín. También quiero agradecer al gran Axel Kaiser y Adrián Ravier que ahora es Diputado Nacional por La Pampa.
Esta Fundación, y otras como ella, tienen un rol crucial en la guerra espiritual que se está librando por el futuro de nuestro país y la región. En esta lucha, nuestras armas son ni más ni menos que nuestras ideas, y la trinchera es cada ámbito de nuestra vida diaria. Se trata de un conflicto sin balas y sin violencias, pero donde se dirimen igualmente las vidas de millones de personas, tanto en el presente como en las generaciones futuras. Una guerra donde cada palabra bien puesta, cada debate ganado, cada centímetro arrebatado a la izquierda en el terreno de la opinión pública es una conquista de cada ser humano que aspira a volver a vivir en libertad. Lamentablemente, partimos en desventaja y lo tenemos bien claro. Durante años hemos descuidado la batalla cultural, ignorando que detrás de cada acción humana hay una idea, y una idea no necesita ser verdadera para llegar lejos, sino que necesita ser atractiva. Citando a Axel Kaiser, la fatal ignorancia, que eso fue lo que llevó a la pesadilla que terminó el día de ayer en Chile.
La izquierda esto lo sabe muy bien y han sabido presentar sus mentiras como apetecibles. Dándole al odio y al resentimiento un barniz de justicia, igualdad y solidaridad. No tuvieron en cuenta las consecuencias de sus ideas, ni tampoco si dichas ideas podrían ser realizables en primera instancia. La historia ha demostrado incontables veces los fatales resultados de sus mentiras; pero, así y todo, siguen gozando de una alarmante popularidad. Acá quiero hacer una cita de ese economista fabuloso que es Thomas Sowell, él dice: lo mejor del socialismo es que suena lindo, lo peor es que nunca funciona y de hecho siempre fueron un fracaso en lo económico, en lo social, en lo cultural y nunca nos olvidemos que asesinaron a 150 millones de seres humanos.
Por eso nos hemos concentrado no solo en decir la verdad, sino también en aprender a comunicarla; es en este sentido que la Fundación Faro alcanza su verdadero propósito como un haz de luz que ilumina a los hombres y les muestra el camino de la verdad y del bien, pero no desde la torre de marfil en la que el liberalismo supo encerrarse ante el avance del estatismo, sino en el idioma del hombre común, metiéndose en el barro a disputarle a la izquierda en su propio juego, en un mundo de tinieblas oscurecido por capas sobre capa de engaños y tergiversaciones; qué es mejor cosa que contar con un faro para retomar a nuestro camino. Hablo de un mundo en tinieblas porque esto no es un mal exclusivamente argentino, sino que buena parte del mundo libre ha perdido el rumbo, poseído por ideologías de muerte y caminando como sonámbulo hacia el suicidio colectivo.
De hecho, a la izquierda la votan. Ganan votaciones. Es decir, lograron cambiar la forma en la cual se hacían del poder. Antes lo hacían por la violencia, ahora por las urnas con mentiras y con distintas estrategias que no vienen al caso a discutir hoy, pero por suerte el continente está despertando y está rugiendo, gritando, viva la libertad carajo.
En todas partes, el estatismo desenfrenado se abalanza sobre las libertades individuales, condenando a las naciones libres al estancamiento económico, a la progresiva erosión espiritual y a una eventual desaparición. De persistir en este rumbo, Occidente se convertirá en el rey Ozymandias, cuyas grandes obras supieron maravillar al mundo, según relata el famoso poema, pero terminaron en el olvido, tragadas por la arena del desierto. Sucede que Occidente había creído encontrar, seducido por el canto de sirenas del estatismo keynesiano, la piedra filosofal de la economía. Se creían tan inteligentes y tan creativos que pensaban que podían ganarle a la realidad misma cegados por su fatal arrogancia. Creyeron que el gasto público desenfrenado, financiado con emisión monetaria y con deuda, puesto al servicio de estimular el consumo, era una forma de hackear el sistema, creando una especie de maquinaria de riqueza infinita, como si la vida fuese una partida de sims. Este es un claro ejemplo de que una idea no tiene por qué ser verdadera para volverse popular; de hecho, sospecho que es todo lo contrario. A veces, a los seres humanos nos gusta que nos mientan y nos prometan prosperidad a costo cero. Voy a contar una anécdota de Hayek muy divertida, divertida o triste, no sé. Hay gente que lo podría hacer mejor, podría ser el profesor Krause o el profesor Ravier, pero gracias profesor Krause por estar acá, es un privilegio.
Si me equivoco en la anécdota, me rectifican y no tengo problema. Hayek había pasado discutiendo fuertemente con Keynes el tratado sobre el dinero, que al menos estaba todavía en la lógica wickseliana y dentro de un marco analítico respetable y cuando estaban en el intercambio epistolar de ese debate, donde Hayek se lo había tomado bien en serio y estaba trabajando fuertemente en rebatirlo, en uno de los intercambios epistolares Keynes algo así le dice, como, no sé qué me veo haciendo discutiendo esto, si yo ya no creo más en esto. Él ya había cambiado de idea y después aparece ese libro nefasto, siniestro de 1936, La Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero. Me estoy conteniendo, crean que me estoy esforzando y a Hayek le pareció tan malo ese libro que dijo: no vale ni siquiera la pena discutirlo. Aparte había pasado tanto tiempo discutiendo el anterior libro y había cambiado de idea. Pero es un libro tan malo, con tantos errores que no vale la pena discutirlo. Bueno, después se convirtió en casi el libro que es de cabecera de todo político populista y el daño que ha causado ha sido enorme.
Pero, por eso no es casualidad que occidente sea la cultura más prolífica de la historia en materia de pensamiento utópico, en el siglo XX quisieron vendernos el paraíso terrenal del estado de bienestar que como respuesta al socialismo soviético ofrecía una versión diluida del mismo, propongo que lean la teoría general, tiene algunos aspectos, por ejemplo del prólogo de la edición en alemán donde el señor Keynes hace una oda al nazismo o en los capítulos donde trata la inversión de donde directamente se pone a favor de la planificación centralizada, hay algunos capítulos muy interesantes, por eso después cuando lo quieren vender, es muy interesante porque algunos hasta lo tratan a Keynes como si fuera liberal, para que se den una idea de lo corrido que está el arco o por ejemplo, quieren un detector de zurdos recalcitrantes, al pobre José Antonio Kast le dicen el ultraderechista.
Bueno, eso significa lo corrido a la izquierda que está, habrán visto varios periodistas haciendo esa referencia acá, así que no les debería sorprender. Pero en el caso del pensamiento que keynesiano, que tiene bastante de utópico, se sostiene que el libre mercado por sí solo es insuficiente para asegurar el crecimiento y el correcto aprovechamiento de los recursos y eso, más allá de que uno pudiera contar con un mundo con individuos profundamente aversos al riesgo, mercado de seguros incompletos o líquidos, es decir poco profundos.
Aún así, esta gente quiere digamos excederse. Por lo tanto, la sociedad debería evolucionar, claramente entre muchas comillas, hacia un sistema de planificación central donde burócratas expertos, ahora con muchísimas más comillas, debía intentar activamente en la economía, intervenir activamente incentivando esto, descentivando lo otro, quitando recursos de acá, poniéndolos allá, obedeciendo a sus caprichos y a su alquimia económica. Les paso la versión traducida de hoy, cuál sería esto por ejemplo: no, bueno, la macro está bien, pero el problema es la micro. Me voy a divertir un rato con esto, perdón, pero primer lugar: la macro es la suma de la micro. Es decir, salvo que sean un economista de hiperrecontra de cuarta y que ha quedado colgado en el tiempo más allá de 1968, cuando empezamos a recuperar los micro fundamentos con el trabajo de Friedman, el rol de la política monetaria donde destruye la curva de Philips. Más allá de eso, los economistas serios hoy hacen equilibrio general intertemporal. De hecho quien mejor lo plasma esto es Henry Hazlitt, en un libro maravilloso y bien, bien básico que se llama La Economía en una Lección y dice ¿cuál es la diferencia entre el buen economista y el mal economista? el mal economista mira solo un mercado un solo periodo, el buen economista, no solo mira el mercado en este mercado, sino la interacción con los demás mercados y no solamente hoy sino también las consecuencias futuras.
Entonces, primer punto: no hay diferencia como tal cosa entre micro y macro para aquel que hace equilibrio general, salvo que sean pésimos economistas. Ahora, y también está en este libro que se llama La salvación de la industria X, en el fondo aquellos que dicen "no, no, bueno, pero este gobierno no se ocupa de la micro", gracias, gracias que me dicen eso, porque en realidad solamente se ocuparían de la micro los corruptos. Porque si hay algo que se ha aprendido en el mundo es algo que se llama don't pick the winners, o sea, no elegir a los ganadores. Entonces, si ustedes están hablando de salvar un sector, le tienen que poner plata a ese sector, y la pregunta es: si ustedes están eligiendo que un sector gane porque le están poniendo plata, ¿de dónde sale la plata?, ¿sale de los árboles?, no sé, ¿de dónde aparece?, porque con algo lo van a tener que pagar. O sea, si es con una protección, vamos a estar arruinándole la vida a 47 millones de seres humanos, que va a ser en bienes de menor calidad a un mayor precio. La otra alternativa es que, ¿qué hago?, ¿cobro impuestos explícitos?, reviento el crecimiento, ¿implícitos?, ¿qué hago?, ¿emito dinero?, o sea, genero inflación, o sea, lo hago contra los más vulnerables que dicen que quieren salvar. ¿Qué quieren que lo haga con deuda?, castigando a las generaciones futuras. La realidad es que eso, en el fondo, lo que están haciendo es lobby, es corrupción pura. Es decir, un gobierno liberal, ¿a qué se dedica?, a nivelar la cancha. Se encarga de respetar los derechos naturales: el derecho a la vida, la libertad y a la propiedad privada, respetando el principio de no agresión. Después, una vez que nivelaron la cancha, que obren los individuos. Cuando ustedes tienen esos que hablan de la micro, la micro, son tipos que están haciendo lobby, son corruptos. Entonces, cuando dicen que no me ocupo de la micro, gracias, porque muestra que este es un gobierno honesto.
En definitiva, en estos esquemas que producen, que generan, que plantea las cosas, la propiedad privada y los derechos naturales del hombre están subordinados al criterio estatal y podrían ser pisoteados a gusto bajo la excusa del bien común o alguna circunstancia excepcional. Como dijo Albert Knock en "Nuestro enemigo el Estado" recomiendo el libro, es una familia de libros que amo, "Nuestro enemigo el Estado" es uno que le tengo particular cariño, el Estado ha sabido aprovechar cada contingencia para ganar poder a expensas de la sociedad, esta visión del mundo sin embargo, lejos de asegurar un crecimiento económico sostenido sólo aseguró la perpetua expansión del Estado sobre la vida, la libertad y la propiedad de los individuos que residían en su seno.
El Estado le prometió a la gente seguridad a cambio de su libertad y quienes aceptaron ese intercambio terminaron por perder la una y la otra, hay una frase de Milton Friedman al respecto que dice que, aquellas sociedades que ponen la libertad por sobre la igualdad consiguen mucho de ambas, cuando hacen al revés, ponen la igualdad por encima de la libertad, no consiguen ninguna de las dos o sea y el Leviatán envalentonado por los sacerdotes del estatismo creyó que podía abalanzarse sobre todo el sector privado y esto ocurrió porque dejó de creer que existía un límite jurídico a su apetito fiscal Insaciable en lugar de administrar mejor recursos, como prometían los miembros del partido del Estado terminó administrando pésimamente.
Tampoco digo algo que debería llamarnos la atención ¿no? Porque en el libro "Libre para elegir" de Friedman y Rose, después Rose Friedman, hay un capítulo que está sobre el gasto público y habla de las cuatro formas de gastar, entonces ustedes pueden gastar su dinero o el de otros y los pueden gastar en ustedes o en otros, entonces, por ejemplo, cuando ustedes gastan su propio dinero en ustedes mismos maximizan beneficios porque saben lo que quieren ¿si? Porque conocen sus propias preferencias y además saben efectivamente lo que le costó ganarlo, entonces, calibran bien costos beneficios y si no lo hacen, lo pagan en términos de bienestar personal, con lo cual aprenden rápido.
La otra forma es gastar el dinero propio en otros. Digo, qué son esos, son los regalos. Uno trata de quedar bien con lo menos posible. ¿Qué es lo que hace? Minimización del costo. La otra alternativa es gastar el dinero de otros en uno mismo, es el despilfarro, ¿no? Es decir, total, si la cuenta la paga otro. Cuántas veces habrán visto gente… en una época yo viajaba mucho y, entonces, me encontré con una persona, cuando llaman para subir al avión, ni siquiera en ejecutiva, iba en primera y me hace todo una explicación de por qué viajaba en primera. Yo dije, "que bueno". Claro, lo que pasa es que yo viajaba mucho. Y, entonces un día me lo encuentro en el aeropuerto, en época de vacaciones, entonces cuando llega el llamado para primera… dije ah, no se iba. Claro, viajaban en el gallinero, como viajaba con toda la familia y como no pagaba con la tarjeta corporativa y pagaba con la propia, ahí sí la cuidaba la plata. Entonces, dado esto, ¿cuál es entonces la peor forma de gastar? Es gastar el dinero de otros en otros. Eso se llama Estado del bienestar. ¿Puede funcionar? No, no. Porque el político no experimenta el costo que sufre el sector privado, de lo doloroso que es pagar impuestos y tampoco sabe qué es lo que queremos nosotros mejor que nosotros. Por ende siempre lo va a hacer mal. Por eso, ¿cuál es la mejor política que puede hacer un gobierno? Achicar el Estado. Nosotros bajamos el déficit fiscal consolidado de 15 puntos del PBI a cero y, no solo eso, sino que además bajamos dos puntos y medio del PBI de impuestos. Y vamos a seguir por el mismo camino, bajando el gasto y bajando impuestos.
Y en este momento ingresa alguien con el premio "el benefactor social del año" y se lo vamos a dar a Toto Caputo. Gracias por ser el mejor Ministro de Economía de la historia.
Es más, un error común de la izquierda es concebir al Estado como un dios que está por encima de los hombres, ignorando que quienes lo gestionan son efectivamente hombres y el Estado se convierte entonces en un botín de dinero y poder a ser conquistado. Y cuanto más grande el Estado, más grande es el botín. En todos los países en donde el Estado avanzó de esta forma sobre el sector privado, el despilfarro y la mala inversión fueron la regla. Acá hay un caso que no es real, es un es una metáfora aclaro, porque no va a faltar el tipo, vieron que a veces hay algunos que están excedidos en literalidad, que es el ejemplo que suelo hacer del ministerio del puente. O sea, ustedes tienen dos comunidades separadas por un río, entonces descubren que si comercializan el nivel de vida de las dos sociedades va a mejorar. Aviso para aquellos que no están entrenados en esto, no es solamente la ventaja absoluta a la Smith, que uno es mejor en una cosa, el otro es mejor en otra y entonces ahí comercializan. Uno puede ser mejor en todo que el otro y también hay lugar para el comercio que es la ventaja comparativa de Ricardo o en terminología de los austriacos, principio de asociación de Ricardo. Porque no vale sólo para el comercio, vale para todas las cosas. Eso para los que dicen que si uno desregula el mercado no hay trabajo para todos. No, eso es mentira, eso es falso. Pero bueno, esa es otra de las cosas con las que tenemos que lidiar que no viene ahora al caso. Entonces, qué descubren las dos sociedades, que si comercializan van a vivir mejor. Entonces se ponen de acuerdo para hacer un puente. Entonces, qué es lo que pasa, si ustedes tienen el Estado ¿qué hace entonces? El Ministerio del Puente. Hace ese puente y busca dónde hacer puentes. Y llega un momento donde no puede hacer más puentes porque no hay ciudades que unir. Entonces ¿qué hace? Inventa el Ministerio del Agua y crea mares para hacer más puentes. Entonces ese es el Estado.
Entonces ustedes tienen ahora el Ministerio del Agua, el Ministerio del Puente, y todo es contratar gente y todo se trata de acumular poder creando oficinas y demás dependencias. Bueno, nosotros llegamos, bajamos la cantidad de Ministerios a la mitad. Digo, de eso se trata.
Entonces, ésto llevó a todas las sociedades en las que se practicó esta política al estancamiento y la decadencia. Y ¿cuál fue la solución que siempre se usó frente al estancamiento? Más Estado, más gasto, más impuestos, más falsificación monetaria, creando un loop asi de estatismo infinito hasta llegar a la situación que vivimos en Argentina a fines del 2023. Digamos, básicamente ¿qué es lo que hace el Estado? Te rompe las piernas, digo, te cobra impuestos para después decirte que te regala las muletas, las cuales las compra con sobreprecio y, además, exige que les des las gracias. Es un disparate. Bueno es una pequeña muestra de lo que recibimos nosotros.
Y si bien nos cansamos de presentar datos estadísticos históricos sobre la superioridad del capitalismo de libre empresa respecto al estatismo, esto no fue suficiente para ganar la batalla por las ideas. Porque la diferencia de ellos y nosotros es espiritual, necesitamos responder los argumentos morales que esgrimen los estatistas con argumentos de la misma índole. Esto es fundamental. Si no entendemos esto, estamos fritos. Podemos tener una gran gestión como la que tenemos, podemos tener una aplanadora política como la que hemos mostrado en las recientes elecciones, pero no podemos dejar de dar la batalla cultural. Porque si no damos la batalla cultural ¿qué tendremos? 4 años de liberalismo, 8 años, 12, 16, 20, pero esta gente nunca se rinde, porque viven de chuparle la sangre al otro. Son vampiros profesionales.
Entonces, nunca van a querer laburar, son vagos permanentes, entonces, el incentivo cuál es, siempre chupar sangre de otro, porque antes que, recuerden Marx, prefirió que sus hijos se mueran antes de ir a laburar, los tipos son expertos en buscar justificaciones para comerle el bolsillo a otra persona, no alcanza con agitar estadísticas si ellos controlan la definición del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto, tenemos que entrar en ese terreno y ganarles porque el crecimiento económico por sí solo si es injusto y desigual, como dicen ellos, siempre se va a perder en la arena moral, hay un libro que a mí me fascina me fascina, me parece deslumbrante, es un libro que a mí me impactó fuertemente, un libro de Israel Kirzner, con z, por favor.
El libro se llama Creatividad, Capitalismo y Justicia Distributiva. El libro es maravilloso por cómo hace el planteo Israel Kirzner desde el vamos, dice: no hay dudas que el sistema capitalista de libre empresa es más productivo, es más eficiente, no hay duda, no hay duda, pero la izquierda lo tacha de injusto. Dice que es injusto y lo más interesante de lo que dice Israel Kirzner es, si efectivamente el sistema es injusto por más que sea más productivo no amerita ser defendido y eso tengo el privilegio de que están muchos de mis ministros aquí, a los cuales les doy las gracias que estén presentes, a los ministros del mejor gobierno de la historia les guste o no a la izquierda de distinto pelaje y qué es lo interesante del libro de Israel Kirzner, él dice: si el sistema es injusto no vale la pena ser defendido. Es decir, tanto en la primera reunión de Gabinete, como la que tuvimos recientemente dado los recambios tras las enormes elecciones que hicieron, tanto la Ministra Bullrich en Capital Federal, como Luis Petri en Mendoza.
Tuvimos que hacer recambio, tuve que renovar el o la elección enorme del Colo Santilli, no. Entonces, tuve que repetir la charla porque el público va cambiando. Como dice Mirtha Legrand, uno se repite porque el público va cambiando. Nuestro objetivo es convertirnos en el país más libre del mundo y para eso tenemos un conjunto de objetivos, pero lo más importante, no todos los instrumentos son válidos. Nosotros no recibimos, no resolvemos los problemas por cuestiones utilitaristas, nosotros resolvemos por criterio moral. Hay cosas que están mal. A nosotros nos dijeron a principio de año que no íbamos a abrir el cepo porque era un año electoral y sin embargo, cuando tuvimos la plata para abrir el cepo, a pesar de lo que decía todo el utilitarismo político, la solución moral era abrir, era devolverle la libertad de los argentinos y lo hicimos.
No solo eso. Durante este año estuvimos bajo 8 meses de ataque permanente sobre el programa económico. Debimos soportar una dolarización de M2 nunca vista en la historia argentina, del 42% de M2. El ataque especulativo fue de 41 mil millones de dólares. Y, sin embargo, miren lo fuerte que es el programa que hoy está de pie y Argentina vuelve a crecer nuevamente.
Por lo tanto, esto es como dice Huerta de Soto en la Teoría de la eficiencia dinámica. Eficiencia y justicia son dos caras de la misma moneda. Ustedes no pueden sacrificar la justicia en el altar de la eficiencia. No pueden hacer eso. Nada puede ser eficiente si ustedes están sacrificando la justicia. Es decir, toda aquella parte de la literatura donde los economistas, en nombre del óptimo de Pareto hacen intervenciones, omiten el daño que están causando para resolver la supuesta falla de mercado. El problema es este, es cuando a usted le estuvieran hablando de colores a alguien no vidente.
Ellos están literalmente ciegos y frente a la realidad. Nosotros no tenemos la culpa de que no entiendan cómo funciona la acción humana. Es decir, que no entiendan que es el mercado. El mercado es un proceso de cooperación social donde se intercambian derechos de propiedad voluntariamente. Pero bueno… digo les gusta más la intervención, esa es la realidad. Les gusta el poder. No se dejen engañar. Porque además, ligado al poder hay dinero. Entonces, lo interesante del argumento de Israel Kirzner, es que apalancado sobre el principio de apropiación de Locke y la idea de Hayek del mercado como proceso de descubrimiento, demuestra que el sistema capitalista de libre empresa no solo es más eficiente, sino que es el único sistema que es justo. Por lo tanto, vamos, defendamos las ideas de la libertad. No solo estamos defendiendo la eficiencia, estamos defendiendo un sistema que es justo.
Cuál es el argumento que tienen, el argumento que sostiene eso, sostienen que el capitalismo en realidad, en el mejor de los casos, es un mal necesario y ellos pueden conceder que genera crecimiento pero dicen que este crecimiento es injusto y desigual, entonces el Estado está habilitado para intervenir y para solucionarlo, esto es un tema no trivial que tenemos que ponerlo en la mesa de discusión, esto es clave. Nosotros, estos dos años, nos hemos dedicado a poner en caja la economía, a estabilizar, es el proceso de estabilización más exitoso en la historia no solo de Argentina sino del mundo porque cuando nosotros decíamos que íbamos a poner en caja al sector público en un año, decían que eso era imposible, que como mucho se podía ajustar un punto por año, que no íbamos a poder terminar el mandato en equilibrio fiscal y lo hicimos en el tesoro en el primer mes, es más a los seis meses cerramos el déficit cuasifiscal que nadie lo metía dentro de la campaña y cuando hicimos ese ajuste, que implicó por ejemplo, que bajara 30% el gasto público, dijeron que nos íbamos a hundir en una recesión y que iba a explotar el desempleo, sin embargo, allá por abril del 24 la economía tocó piso y empezó a expandirse fuertemente y el indicador del Emae desestacionalizado de diciembre terminó más de 6% arriba del 23, con los salarios reales creciendo y mal que les pese, sacamos a 12 millones de personas de la pobreza. Bueno, en el medio también eliminamos a los gerentes de la pobreza ¿no? Qué laburito, Sandra.
Y la realidad es que, lo que nosotros demostramos es que el ajuste se puede hacer y que sea expansivo. Entonces ¿cómo es esto? terminamos rompiendo todos los libros de texto, por la profundidad del ajuste, por la velocidad del ajuste y sobre todas las cosas por los resultados. Porque claramente, cuando ustedes ajustan al sector público, le están devolviendo recursos al sector privado y como el sector privado es más productivo que el sector público, la economía se expande y florece. Y entonces tenemos que tener bien claro esto porque la economía se venía expandiendo fuertemente en el primer trimestre a casi el 6%, se había acelerado en el segundo hacia niveles del 8%, hasta que en el mes de mayo tuvimos un triunfo electoral muy fuerte en la Ciudad gracias a Manuel que fue y dio esa batalla. Es más, en ese momento la inflación tocó el 1,5% y ahí la política empezó a hacer de las suyas. Nos sancionaron cerca de 40 leyes tratando de destruir el equilibrio que habíamos logrado con tanto esfuerzo y obviamente, eso disparó el riesgo país, hizo subir las tasas de interés y eso generó una caída en la demanda de dinero y eso es lo que hizo que en lo sucesivos meses se fuera acelerando la tasa de inflación, pero claro, contar esa historia así y admitir el riesgo kuka, muchos economistas deberían aceptar que son unos fracasados y que erraron todo, niegan el riesgo kuka. El riesgo país estaba en 1500 y al otro día de la elección, por arte de magia, cayó a la mitad. Y en función de eso, también la contracara de eso, de chequear que se había destruido la demanda de dinero es que básicamente ustedes hace poco, Vladimir, el vice del Central publicó lo que fue toda la salida, del ataque especulativo, de cómo el sistema salió del peso, pero salió del peso a niveles tales que los niveles de monetización de la economía argentina cayeron muy por debajo del nivel que tenían en la época del gobierno anterior, con la inflación viajando en la punta al 300% y con una posibilidad de acelerar a niveles del 17 mil anual. Es decir, los niveles de monetización cayeron, de los pasivos monetarios del Central, cayeron a niveles insólitos. Es decir, no solo que los individuos fueron y compraron dólares, sino que las empresas hasta destruyeron working capital y pudimos soportar todo eso. Miren si será sólido el programa económico que pudo soportar todo eso y ahora inicia el camino de la reconstrucción y el crecimiento.
Entonces, esto es importante, porque en la medida que nosotros seamos exitosos en materia de crecimiento económico, es más, nosotros basamos el crecimiento económico en tres pilares. Ya con, digamos, puesto la seguridad en orden, porque recuerden que teníamos 9000 piquetes por año, hoy es cero gracias a la gestión de la Ministra Bullrich y ahora nuestra Ministra Alejandra Monteoliva. Pusimos la inflación en orden gracias al Ministerio de Economía y el Banco Central, está por ahí Santi. Y ahora empieza la etapa del crecimiento económico y la etapa de crecimiento económico tiene tres motores. Uno es la desregulación, pero la desregulación es liberar rendimientos crecientes, es acelerar el crecimiento económico. Federico ahí está, el hombre de los rendimientos crecientes, 13.000 reformas, gracias. La otra pata es Capital Humano, gracias Sandra. Y la otra pata es la apertura, gracias Pablo Quirno. No solo fue clave en desmontar la bomba con Santi Bausilli que había en el Banco Central, sino que ahora, además, es un ejemplo de Canciller. Ahora, cuando nosotros hagamos todo eso, y la economía empieza a crecer fuertemente, ¿qué va a hacer el zurderío? Va a venir y va a decir "Se genera desigualdad", y van a venir a atacar con eso. Así es que, en ese contexto, lo que tenemos que hacer es estar preparados para dar esa discusión. Y esa discusión es una discusión moral. Hay que decírselos en la cara, que la justicia social es una cosa de ladrones, porque implica un trato desigual frente a la ley, precedido por un robo. Entonces hay que ir y hay que ir por la batalla moral. Y por eso es tan importante lo que hagamos acá desde la Fundación Faro. Porque este sistema es el que permite que el hombre florezca y se relacione con sus semejantes de la mejor manera posible, porque es el sistema más justo de todos dado que garantiza que los frutos del esfuerzo quedan en manos de quienes se esforzaron en primer lugar. De hecho, el creador, cuando lo expulsó a Adán y Eva, le dijo "te ganarás el pan con el sudor de tu frente". No con el sudor de la frente ajena. ¿No? De hecho, el robo está prohibido en los diez mandamientos. Es más, no deberías codiciar los bienes ajenos tampoco, y otra cosa, digo que tiene el último los mandamientos, y, es más, digo como decía Thomas Sowell, "¿Qué es la justicia social? Envidia más retórica". Es que también dice el propio Thomas Sowell, él dice, "¿desde cuándo la envidia dejó de convertirse en un pecado capital para convertirse en una virtud?", que es la justicia social, ¿no? Entonces, a diferencia de la mal llamada justicia social, que es tremendamente injusta dado que implica el robo a uno mediante el ejercicio de la fuerza estatal, para repartirlo entre amigos y clientes. O sea, o en el caso del kirchnerismo, lo hacía sobornando gente, porque en el fondo no es una política más que para ir y comprar votos, de una manera elegante pero no deja de ser eso.
Entonces, para entender esto, tenemos que entender que nosotros los liberales creemos que Dios le dio a los hombres la tierra en su conjunto y que ellos la dividieron para administrar. Un hombre tiene un derecho natural, dado por Dios, a decidir qué hace con su cuerpo y con su trabajo, porque sin ese derecho no tiene nada. Esto también implica que tiene derecho a quedarse con los frutos del sudor de su frente. Es decir, los liberales creemos que la propiedad privada es un derecho natural, es un contrato anterior al Estado que ordena la vida de los individuos y que marca una diferencia muy clara entre el bien y el mal, es el ser dueño de nada más y nada menos que de nuestro tiempo. Y el Estado sólo surge del consentimiento entre los hombres y existe para administrar los conflictos que aparecen entre ellos, pero los liberales tenemos bien en claro que el Estado solo toma su derecho y su autoridad del derecho natural de los individuos. De hecho, la existencia del Estado se justifica porque hemos fracasado como sociedad para administrar nuestros conflictos. Vos, Martín, debes tener un montón de conflictuados ahí, ¿no? Vaya que tenés que lidiar con todo eso.
Los estatistas, por otro lado, creen que Dios es el Estado, creen que el Estado antecede a todo otro derecho y puede pisotear al individuo a su antojo, creen que la voluntad y el derecho de los individuos siempre se subordina a la razón del Estado y por eso creen que la propiedad privada es poco más que una contingencia sobre la cual el Estado tiene prerrogativa, se acuerdan del impresentable que decía que en pandemia no hay derechos y después esa gente viene a acusar a decir o no sé qué cosa, estas cosas pasaron acá, esos creen que el Estado puede hacer lo que quiera con la vida, las libertades y la propiedad de la gente, disponer de su tiempo a su antojo, por eso creen que no hay inmoralidad alguna en pisotear esos derechos uniliteralmente siempre y cuando sea en pos de un supuesto bien común que lo determinan ellos, son tan fatalmente arrogantes que se creen que ellos son los representantes, ellos son los dueños de la función de utilidad de la gente, es increíble, técnicamente vendría a ser así, es más, el Estado no puede errar, siempre y cuando, obvio, ellos lo manejen porque cuando lo maneja alguien que creen verdaderamente en los derechos naturales de los individuos, de repente, todo es una violación de derechos adquiridos, vieron que se la pasan diciendo, cuando ellos no gobiernan, no son democráticos, no son fascistas, son nazis, como era, la "falacia ad hitlerum", ponen una etiqueta y descalifican a todo el mundo.
Por eso aquí está la diferencia moral y espiritual que subyace a todas las diferencias económicas que pululan por la superficie y la clave para poder desarmar sus falacias. Los liberales creemos que los hombres son verdaderamente dueños de aquello que tienen. Son dueños de sus cuerpos y del fruto de su trabajo. Por el contrario, los sacerdotes estatistas creen que todos somos meros inquilinos de nuestros bienes, pero cuyo propietario real es el Estado que benevolentemente nos permite usufructo temporario con derecho a revocarlo cuando le plazca. Por eso cuando dejan de controlar el Estado, inmediatamente empiezan a llorar por el fascismo y el autoritarismo, porque en verdad piensan que son los únicos que poseen la verdad revelada y la utilidad para gobernar como quiere el resto y obviamente del manejo de las cajas, no. Nos ven al resto no como ciudadanos, sino como esclavos a su servicio. Y estar lejos del poder común, es para ellos como perder la libertad y por eso mismo, los distintos enfoques socialistas de la economía fallan, sean abiertamente o comunistas, o comunistas con onda, no, chic. Que son lo socialdemócratas. Todos los modelos estatista terminan quitándole al hombre verdadera propiedad y por tanto verdadera responsabilidad por su futuro. Cuando todo es de todos, nada es de nadie, salvo de los regímenes del Estado y por eso buscan enquistarse en el poder. El Estado entonces, convierte al ciudadano en su esclavo, lo cual lo devuelve a las economías, vulnerables a los problemas de la economías esclavistas, la indolencia, la pereza y la falta de ambición. En cambio, cuando los hombres se saben dueños de sí mismos y se saben dueños del fruto de su trabajo, todas sus acciones se ordenan hacia llevar la mejor vida posible dentro del marco de la ley. Porque la libertad y la responsabilidad son dos caras de la misma moneda. No existe una sin la otra. Así, los hombres se vuelven conscientes de que son responsables de todos sus actos, son responsables de sus virtudes y su flaquezas, de sus aciertos y sus errores. Así también reconoce que son verdaderamente libres y es esta libertad responsable lo que les vuelve capaces de crear. Por ese motivo, difundir las ideas liberales en este momento global, es una nueva gesta liberadora de la esclavitud a la que nos sometió el Estado pervertido. Porque el crecimiento económico depende casi completamente de que los individuos sean capaces de realizarse con libertad en el mundo, de crear e innovar bajo el amparo de una ley que los proteja y de que sepan que serán dueños del fruto de todo su esfuerzo y sacrificio. Y el crecimiento económico debe ser un anhelo de cualquier Estado que se precie de serlo, dado que implica una mejora constante de la calidad de vida de todos y cada uno de sus ciudadanos.
Pero para que este proceso se consolide el Estado también debe cumplir un rol necesario. Tiene que hacer su parte protegiendo las fronteras, protegiendo a los ciudadanos de avasallamiento por parte de sus vecinos y protegiendo la estabilidad macroeconómica. Es interesante porque una de las leyes que estamos enviando al Congreso hace que aquellos políticos que sancionen o impulsen y voten leyes que implican gasto público sin contrapartida de ingresos, es decir, que violente en el equilibrio fiscal o que violenten el equilibrio monetario van a ir presos porque tendrán una condena de 1 a 6 años. Se terminó la masacre populista.
En definitiva, el Estado debe proteger esta luz divina, este faro que ilumina el alma de los hombres libres y les da un derecho natural a ser dueño de su trabajo, debe protegerla como algo sagrado y resguardarla de la tiranía, tanto de sus vecinos como de sí mismo, porque si el rol del Estado, como tanto pregona la izquierda, es el cuidarla a las minorías no hay minoría más pequeña que el individuo, quien debe ser constantemente protegido de la teoría de las mayorías. Este faro es la clave moral de la prosperidad y el crecimiento a largo plazo, una luz que por mucho tiempo occidente ha olvidado y es necesario reencontrar. Por eso, quiero darles las gracias a todos por estar hoy aquí y por su constante apoyo a la divulgación de las ideas de la libertad. Que tengan muy felices fiestas, que Dios los bendiga a todos y que las fuerzas del cielo nos acompañen. Y ¡viva la libertad carajo! Muchas gracias.