12/16/2025 | Press release | Archived content
Durante el octogésimo periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, dirigentes de todo el mundo aprobaron una declaración política mundial destinada a frenar las enfermedades no transmisibles (ENT) y a reforzar la salud mental mediante un enfoque integrado. El acuerdo es el resultado de las negociaciones intergubernamentales celebradas antes de la cuarta reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la prevención y el control de las ENT y la promoción de la salud mental y el bienestar, que se celebró el 25 de septiembre de 2025.
La declaración política, que se titula « Equidad e integración: transformar vidas y medios de subsistencia mediante el liderazgo y las medidas en materia de enfermedades no transmisibles y la promoción de la salud mental y el bienestar», es el primer instrumento de este tipo que aborda conjuntamente ambos ámbitos y se considera una oportunidad sin precedentes para acelerar el avance mundial hacia un conjunto de metas fijadas para 2030. Se prevé que este paso marque una nueva etapa en la respuesta internacional a algunos de los problemas de salud más graves de nuestro tiempo, que afectan a personas de todas las edades y de todos los niveles de ingresos.
Las ENT constituyen hoy la principal causa de muerte a escala mundial y provocan alrededor de 18 millones de fallecimientos prematuros cada año, mientras que los trastornos de salud mental afectan a más de mil millones de personas. Estas afecciones están estrechamente relacionadas con factores de riesgo evitables, entre ellos una alimentación poco saludable, el consumo de tabaco, el consumo nocivo de alcohol, la inactividad física y la contaminación atmosférica, muchos de los cuales también tienen efectos negativos sobre la salud mental. Tanto las ENT como los trastornos de salud mental aumentan en todos los países y afectan a todos los grupos de población; de ahí la urgencia de actuar para darles respuesta, no solo desde la salud pública, sino también desde la perspectiva de los sistemas de salud, la productividad y el crecimiento económico sostenible.
La nueva declaración política supone un avance sustancial con respecto a compromisos anteriores y, por primera vez, establece tres metas mundiales que deberán alcanzarse de aquí a 2030 mediante una «vía rápida»:
Para facilitar el cumplimiento de estos objetivos, el documento fija hitos ambiciosos para el fortalecimiento de los sistemas nacionales de salud, acompañados de indicadores concretos para 2030, entre ellos:
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró: «La adopción de estas ambiciosas metas para controlar las ENT y promover la salud mental demuestra el compromiso de los Estados Miembros con la protección de la salud de sus poblaciones. Juntos, podemos cambiar el curso de estas enfermedades y de la salud mental, y ofrecer salud, bienestar y oportunidades para todos».
Esta declaración política es la más amplia y completa adoptada hasta ahora. Incorpora las enseñanzas extraídas de la pandemia de COVID-19 y, al mismo tiempo, responde a nuevos desafíos mundiales que han ido surgiendo en los últimos años. Su alcance sin precedentes abarca numerosos asuntos acuciantes que se abordan por primera vez, entre ellos:
El texto introduce un enfoque regulatorio más estricto en relación con los cigarrillos electrónicos, los productos de tabaco novedosos, la comercialización de alimentos poco saludables dirigida a los niños, el etiquetado frontal de los envases y la eliminación de las grasas trans. Los compromisos asumidos se fundamentan en la equidad y reflejan las experiencias y necesidades de las personas con ENT y problemas de salud mental, de las poblaciones vulnerables al clima, de los pequeños Estados insulares en desarrollo y de quienes viven en contextos humanitarios.
El documento reconoce que las actuales tensiones económicas ponen en riesgo la financiación de la salud mundial, motivo por el cual las disposiciones relativas a esta cuestión son más firmes que en declaraciones anteriores. En ese marco, se insta a los países a garantizar una financiación suficiente, predecible y sostenida, tanto mediante recursos internos como a través de alianzas internacionales más sólidas y de marcos multilaterales mejor coordinados.
Asimismo, se subraya que las ENT y la salud mental no afectan únicamente al ámbito de la salud, sino que constituyen elementos esenciales para alcanzar el desarrollo sostenible y la justicia social. El texto pone de relieve que las respuestas deben implicar a todos los sectores gubernamentales y al conjunto de la sociedad, incluidas la sociedad civil, los asociados, la juventud, las personas con discapacidad y quienes tienen experiencia directa de estas afecciones.
La declaración se basa en las tres declaraciones anteriores y las refuerza, al tiempo que traza una nueva línea de actuación para que el futuro sea más saludable, más equitativo y más próspero. El texto reafirma la necesidad de contar con mecanismos de rendición de cuentas que permitan demostrar los resultados obtenidos y mantener sus efectos a largo plazo.
El Secretario General de las Naciones Unidas informará sobre los avances logrados en relación con las metas mencionadas antes de la próxima reunión de alto nivel. La OMS y otros organismos del sistema de las Naciones Unidas prestarán apoyo a los Estados Miembros para traducir estos tres compromisos históricos en medidas de alcance nacional, garantizando la rendición de cuentas desde ahora hasta 2030 y más allá.
La OMS define la muerte prematura como aquella que se produce antes de la edad media de fallecimiento en una población determinada, un parámetro que varía de un país a otro. No obstante, a escala mundial se considera prematura toda muerte que ocurre antes de los 70 años.