¡No al plan de Trump y Netanyahu para Gaza! Sin autodeterminación palestina no habrá paz ni justicia.

El Partido Comunista de España denuncia el plan presentado por Donald Trump y Netanyahu para la Franja de Gaza, un proyecto que no busca la paz ni la justicia, sino instaurar un protectorado bajo control de los ocupantes.

El plan propone que Gaza sea gobernada por un "comité palestino tecnocrático y apolítico", pero esta entidad carecería de autonomía real, operando bajo la supervisión de un organismo internacional denominado Board of Peace (Junta de Paz), presidido por Donald Trump e integrado por figuras como el ex primer ministro británico Tony Blair. Lejos de ser neutral, esta estructura constituye un mecanismo de control externo que cercena la soberanía del pueblo palestino. La elección de Trump como árbitro queda invalidada, dada su estrecha alineación con Netanyahu y sus declaraciones previas a favor de la expulsión de palestinos de Gaza.

El plan no ha contado con la participación de representantes del pueblo palestino lo cual lo invalida.

Exigencias asimétricas y soberanía cercenada.

El plan impone condiciones inmediatas únicamente a los palestinos, mientras concede a Israel poderes de interpretación y veto que perpetúan el desequilibrio:

• Desmilitarización unilateral y retirada condicional: Se exige la desmilitarización completa de la resistencia palestina a la ocupacion y su exclusión de cualquier rol politico, mientras la seguridad interna queda en manos de una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF) de mandato ambiguo y control estadounidense. La retirada israelí no sería inmediata ni incondicional, manteniendo una "presencia de perímetro de seguridad" bajo criterios interpretativos de Israel, asegurando así una ocupación prolongada. La historia reciente demuestra que Israel incumple sistemáticamente acuerdos de alto el fuego, consolidando una ocupación permanente con aval internacional parcial.

No ha tardado ni horas Netanyahu en desdecirse de lo contenido en el supuesto acuerdo referente a simplemente avanzar hacia un Estado palestino.

• Un camino imposible hacia la autodeterminación: Las concesiones exigidas a los palestinos son inmediatas, mientras que su futuro político queda deliberadamente en la ambigüedad, condicionado por procesos controlados por Trump y supervisados indirectamente por Israel, incluyendo la reconstrucción de Gaza y reformas de la Autoridad Palestina sin criterios claros. Esta vaguedad refleja la histórica oposición israelí a una solución de dos Estados y mantiene una presión indefinida sobre el pueblo palestino.

Imposición sobre los escombros de una crisis humanitaria

El plan se presenta en un contexto de extrema violencia y aislamiento internacional de Israel. Desde el 7 de octubre de 2023, más de 66.000 palestinos han sido asesinados por Israel, en su mayoría mujeres y niños, y millones han sido desplazados, generando una crisis humanitaria de dimensiones catastróficas. La presión internacional contra Israel es histórica: órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional y condenas generalizadas evidencian su responsabilidad.

Para Netanyahu, este marco permite aliviar la presión internacional sin concesiones reales, manteniendo el derecho, avalado por Trump, de "terminar el trabajo" por la fuerza si la resistencia palestina a la ocupación no desaparece. Este plan constituye un control férreo de Israel y Estados Unidos sobre Gaza y legitima la impunidad israelí tras una ofensiva genocida sin precedentes.

Hacia una paz basada en derechos y no en imposiciones.

El PCE defiende un proceso de paz legítimo que garantice:

1. Alto el fuego inmediato, incondicional y permanente.

2. Despliegue de una fuerza internacional de intervención que proteja al pueblo palestino de sus verdugos israelíes y garantice la entrada urgente de ayuda humanitaria sin obstáculos, bajo mandato de Naciones Unidas.

3. Retirada incondicional de las tropas israelíes de la Franja de Gaza.

La solución no puede consistir en un protectorado parcial: debe construirse sobre la soberanía plena del pueblo palestino, el derecho internacional y la justicia. La comunidad internacional, y Europa en particular, debe rechazar con claridad cualquier plan que no respete estos pilares fundamentales.

Sin autodeterminación palestina no habrá paz ni justicia.