07/10/2025 | Press release | Distributed by Public on 07/11/2025 12:06
En la premiación del XXII Concurso de Investigación y Creación para Académicos, 10 equipos docentes fueron reconocidos por los proyectos que llevarán a cabo durante 2025. Sus temáticas son muy variadas: tecnologías biomédicas, deepfake, identidad católica digital institucional, inteligencia artificial y la tradición cristiana, entre otras.
photo_camera De 22 postulantes, y tras una compleja decisión de la comisión, fueron seleccionados 10 equipos de la UC y otras instituciones de educación superior ―chilenas y extranjeras ― con temáticas tan variadas, como tecnologías biomédicas, deepfake, identidad católica digital institucional, inteligencia artificial y la tradición cristiana, entre otras. Fotografía: Karina Fuenzalida.
Esta nueva versión del concurso, organizado por la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana UC, la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado y la Vicerrectoría de Asuntos Internacionales (VRAI), convocó a los académicos con el llamado "Por una tecnología al servicio de la dignidad humana", inspirado en la declaración Dignitas Infinita, publicada por la Santa Sede en abril de 2024.
De 22 postulantes, y tras una compleja decisión de la comisión, fueron seleccionados 10 equipos de la UC y otras instituciones de educación superior ―chilenas y extranjeras ― con temáticas tan variadas, como tecnologías biomédicas, deepfake, identidad católica digital institucional, inteligencia artificial y la tradición cristiana, entre otras.
La ceremonia inició con una oración del Vice Gran Canciller, Pbro. Osvaldo Fernández de Castro, quien luego dio paso a la premiación. El capellán mayor UC, Pbro. Jorge Merino, recordó las palabras del rector Juan Carlos de la Llera en el Día del Sagrado Corazón ― "cuando la tarea universitaria se desconecta del bien común, su pulso pierde fuerza" ― para apuntar la esencia del quehacer universitario. Asimismo, llamó a que este reconocimiento "siga siendo un incentivo para la generación de nuevas reflexiones y de un conocimiento a la luz de la fe y de cara a los desafíos que presenta este tiempo de cambios y revoluciones tecnológicas".
La vicerrectora de Investigación, María Angélica Fellenberg, destacó que "hacer ciencia desde una universidad católica significa poner nuestras capacidades intelectuales y creativas al servicio de las personas con una mirada ética, crítica, pero, sobre todo, profundamente humana". Agregó que, en tiempos de incertidumbre, "la investigación académica puede y debe ser un faro de luz en medio de estos cambios".
Por su parte, la vicerrectora de Asuntos Internacionales, María Montt, subrayó el alcance global de este concurso, en el que han participado 45 universidades extranjeras hasta la fecha. "La colaboración con distintos lugares del mundo nos permite escalar nuestras capacidades científicas, tecnológicas, sociales, humanistas, y abordar, también, de manera interdisciplinaria los distintos desafíos que hoy tenemos. Y este concurso es una expresión concreta de esa manifestación, de esa ambición".
Esta nueva versión del concurso, organizado por la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana UC, la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado y la Vicerrectoría de Asuntos Internacionales (VRAI), convocó a los académicos con el llamado "Por una tecnología al servicio de la dignidad humana", inspirado en la declaración Dignitas Infinita, publicada por la Santa Sede en abril de 2024. Fotografía: Karina Fuenzalida.En la instancia, los 10 equipos que se adjudicaron el premio, 7 académicos UC en colaboración con académicos internacionales; 2 exclusivamente UC; y 1 perteneciente otra universidad nacional, fueron llamados adelante para ser premiados.
Uno de los ganadores fue el profesor asistente de la Facultad de Comunicaciones UC, Pablo Matus, quien, junto a las profesoras de la misma facultad, Myrna Gálvez y Rayén Condeza, desarrollarán el proyecto "Desafíos de la representación de la identidad católica en el contexto de la comunicación digital: una aproximación cualitativa a partir del caso de colegios de Santiago".
"Lo que queremos saber es cómo se usan las nuevas tecnologías en entornos como los colegios católicos, que combinan una serie de desafíos, no sólo pedagógicos, sino en términos del desarrollo pastoral y de la fe", manifestó el académico. Además, añadió que buscan modificar la visión exclusivamente instrumental de las tecnologías en el campo de la comunicación y educación, destacando que, a diferencia de otros niveles educativos, "los colegios son un muy buen escenario, pues tienen naturalmente la misión de formar en valores. Es parte del proceso de formación identitaria que el alumno y su familia se integran. Pasa lo mismo con los profesores".
Otro de los proyectos adjudicados fue el de Gabriela Bruneau, profesora asistente del Instituto de Éticas Aplicadas y el Instituto de Ingeniería Matemática Computacional, quien junto a Abel Wajnerman del Instituto de Éticas Aplicadas y a Cheolung Je de Hanyang University (Corea), llevarán adelante la investigación "Hacia una IA Ética y Relacional: promoviendo la autonomía y dignidad de personas con discapacidades mentales o cognitivas desde la Dignitas Infinita".
"Estamos viendo un desarrollo de inteligencias artificiales que usan la categoría de inclusivas, pero muchas veces lo que no hacen es reconocer la dignidad humana detrás de las personas con discapacidades", evidenció Gabriela Bruneau.
"La investigación, básicamente lo que busca es, desde este llamado de la Dignitas Infinita, crear un marco, hacer una ética relacional que no llame al desarrollo de inteligencia artificial con fines asistencialistas, sino que traten de entender cuáles son las necesidades reales de las personas con discapacidades, y desde ahí recién levantar cuáles serían los requerimientos de esa nueva tecnología", agregó.
Revisa los proyectos adjudicados de la versión XXII del concurso.