01/24/2025 | Press release | Distributed by Public on 01/24/2025 05:23
ACNUR está gravemente preocupado por la seguridad de los civiles y las personas desplazadas internas en el este de la República Democrática del Congo (RDC), ya que el conflicto se sigue agravando en las provincias de Kivu Sur y Kivu Norte. El número de personas desplazadas ha seguido aumentando en más de 400.000 tan sólo en lo que llevamos de año, prácticamente duplicando la cifra reportada la semana pasada.
Desde nuestra última actualización del 17 de enero, se han registrado bombardeos en los asentamientos de desplazados internos. El pasado 20 de enero, hubo explosiones en el campamento de Kitalaga, en Kivu Sur, que se cobraron la vida de dos niños; mientras que el 21 de enero, cinco refugios improvisados resultaron destruidos en Nzuolo y ayer, el campamento de Bushagara también se vio gravemente golpeado, causando pánico y nuevas oleadas de desplazamiento forzado.
La violencia también ha ido escalando en los territorios de Minova y Kalehe en Kivu Sur, desplazando a otras 178.000 personas. En medio de los intensos enfrentamientos, grupos armados no estatales han tomado el control de la ciudad de Minova y de la localidad de Kalungu y al menos el 80 por ciento de la población ha huido hacia la ciudad de Goma. Los equipos de ACNUR están monitoreando los movimientos transfronterizos y están preparados para dar respuesta a cualquier posible afluencia de solicitantes de asilo a Ruanda.
Asimismo, en Kivu Norte se han intensificado los combates en la ciudad de Saké, situada a aproximadamente a 25 kilómetros de Goma. Los fuertes bombardeos sobre la ciudad de Saké, que finalmente fue tomada por grupos armados no estatales, forzaron a las familias a huir de al menos nueve campamentos para desplazados en la periferia de Goma, dirigiéndose a la ciudad en busca de seguridad y refugio. Muchas familias tuvieron que pasar la noche en las calles y en espacios verdes de la ciudad.
Los persistentes enfrentamientos entre combatientes en estas zonas siguen agravando el entorno de protección para los civiles en las provincias de Kivu Sur y Kivu Norte, provincias que ya acogen a 4,6 millones de desplazados internos. Las violaciones de derechos humanos, como saqueos, lesiones, asesinatos, secuestros y arrestos arbitrarios de personas desplazadas que son confundidas con rebeldes, han ido en aumento. Los hospitales están a punto de alcanzar su capacidad máxima con los civiles heridos, mientras que mujeres, niños y ancianos vulnerables están viviendo en condiciones de hacinamiento y precariedad con un acceso limitado a alimentos, agua y servicios básicos.
El acceso humanitario para abordar estas necesidades urgentes se encuentra significativamente restringido. Todas las carreteras hacia Minova están cortadas, incluso para la ayuda humanitaria. Los bombardeos indiscriminados han obligado a la suspensión temporal de las actividades humanitarias de primera necesidad en varias zonas de Kivu Norte.
ACNUR se hace eco del llamamiento del Secretario General de la ONU a respetar los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, y a garantizar el acceso inmediato y sin restricciones a las poblaciones que necesitan asistencia humanitaria. ACNUR también insta a todas las partes a priorizar la protección de los civiles, a respetar la naturaleza civil de los campamentos para desplazados internos y a abstenerse de usar explosivos y armamento pesado en entornos civiles superpoblados.
Es vital que la paz, que debería haber llegado desde hace mucho tiempo, eche raíces en la República Democrática del Congo para el beneficio de su población y de toda la región.