10/06/2025 | Press release | Distributed by Public on 10/06/2025 17:25
Un déficit crítico de 300 millones de dólares en el ya mermado presupuesto de la Agencia de la ONU para los Refugiados para 2025 podría provocar nuevos recortes devastadores en la ayuda vital para las personas refugiadas, tras la reducción de los programas de asistencia por los recortes en la financiación humanitaria a principios de este año, advirtió el lunes el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
El impacto de este nuevo déficit de financiación podría extenderse hasta el próximo año, con fondos insuficientes para cubrir los gastos a principios de 2026. Esto después de un período "increíblemente perjudicial" en el que se cerraron varios programas de ayuda de emergencia, educación, reasentamiento y apoyo a personas supervivientes de torturas y violencia de género, decisiones que, según Grandi, fueron el resultado de "posiciones políticas con desastrosas consecuencias financieras".
"Tal y como están las cosas, prevemos que terminaremos 2025 con 3.900 millones de dólares en fondos disponibles, lo que supone una disminución de 1.300 millones de dólares en comparación con 2024, o aproximadamente un 25% menos", declaró Grandi a los Estados miembros y otras partes interesadas en su discurso de apertura de la sesión plenaria del Comité Ejecutivo de ACNUR en Ginebra, el último discurso de este tipo en su mandato de diez años.
"La última vez que tuvimos menos de 4.000 millones de dólares fue en 2015, cuando el número de personas desplazadas por la fuerza era la mitad del actual", añadió el Alto Comisionado, refiriéndose a la cifra actual de 122 millones de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo. La crisis de financiación humanitaria ya ha provocado que casi 5.000 trabajadores de ACNUR hayan perdido su empleo este año y la reducción o modificación de 185 oficinas en todo el mundo.
Grandi instó a los gobiernos donantes a cubrir urgentemente el déficit presupuestario de 300 millones de dólares con financiación flexible antes de que finalice el año, y a comprometerse a aportar y desembolsar los fondos para 2026 lo antes posible. Pero también prometió que ACNUR se recuperaría y saldría de la crisis actual. "Seremos más pequeños, pero seguiremos siendo fuertes".
El mandato de ACNUR de ayudar, proteger y encontrar soluciones para las personas refugiadas es quizás más vital ahora que en cualquier otro momento de sus 75 años de historia, resaltó el Alto Comisionado, señalando los desplazamientos provocados por la violencia descontrolada en lugares como Ucrania, Sudán, Myanmar y la República Democrática del Congo, así como en Gaza.
Grandi reconoció la creciente sensación de impotencia ante conflictos insolubles y grandes movimientos de población, que llevan a los Estados y las sociedades a abandonar la cooperación y el compromiso por un enfoque más transaccional ante los retos mundiales.
Sin embargo, advirtió que cualquier intento de socavar el principio de asilo consagrado en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su Protocolo posterior sería "un error catastrófico".
"Nos llevaría a un callejón sin salida y, en última instancia, haría que el problema fuera más difícil de abordar. ¡Cuidado, por favor, con las soluciones fáciles!", alertó. También ignoraría el hecho de que tres cuartas partes de las personas refugiadas del mundo son acogidas por países de renta baja y media, cuya generosidad debería reconocerse con una mayor solidaridad internacional.
"El reto al que nos enfrentamos es de implementación, no de principios", añadió.
Delegados participan en la apertura de la 76 sesión plenaria del Comité Ejecutivo de ACNUR en el Palais des Nations, en Ginebra.
ACNUR seguirá colaborando con los gobiernos, otros organismos de las Naciones Unidas y sus socios para abordar los retos que plantean los movimientos mixtos de personas refugiadas y migrantes en muchas partes del mundo con intervenciones en las primeras etapas de sus viajes. El objetivo es estabilizar a las poblaciones antes de que crucen múltiples fronteras, proporcionando apoyo y protección a los refugiados y vías regulares para la migración, junto con procedimientos dignos de retorno y readmisión.
La agencia también ampliará su colaboración con los socios humanitarios y de desarrollo para encontrar enfoques más sostenibles para las situaciones humanitarias prolongadas. El objetivo es reducir la dependencia de financiaciones humanitarias no sustentables, impulsando el apoyo internacional a largo plazo para las personas refugiadas y sus comunidades de acogida, con base en la inclusión de los refugiados en los sistemas nacionales y locales.
A través de estos enfoques y del compromiso inquebrantable de ACNUR de salvar vidas proporcionando ayuda y protección en situaciones de emergencia, la agencia contribuirá a crear las condiciones necesarias para resolver conflictos de larga duración, abordando una de sus consecuencias más perjudiciales: el desplazamiento forzoso.
"Uno de los mayores privilegios de trabajar con ACNUR es poder actuar desde la ayuda hasta la diplomacia. Ayudar a las personas refugiadas y, al hacerlo, contribuir a abrir un camino hacia la paz, aun cuando la paz parece imposible de alcanzar", dijo Grandi. "Por eso podemos decir que la paz, contra todo pronóstico, es posible en más situaciones de las que a veces imaginamos".
Grandi señaló el ejemplo de Siria, donde más de un millón de personas han regresado desde diciembre, tras el abrupto final de 14 años de guerra civil y crisis. Los sirios que regresan necesitan ahora más ayuda de la comunidad internacional para garantizar que tengan hogares, trabajos, escuelas y seguridad duradera, y para aprovechar la oportunidad de poner fin de forma definitiva a una de las mayores crisis de desplazamiento del mundo.
Grandi concluyó dando las gracias a los países que acogen a los refugiados, a los donantes públicos y privados de ACNUR, a los numerosos socios de la agencia en todo el mundo, y a las propias personas refugiadas, desplazadas y apátridas, cuya dignidad, valentía y determinación ante el dolor y la tragedia son la fuerza motriz de la organización.
"Gracias por darme fuerza e inspiración durante más de 40 años. Sin duda, este no ha sido un año fácil para ninguno de nosotros. Pero recuerden, por favor: nunca ha habido un año fácil para ser refugiado, y nunca lo habrá".