09/18/2025 | News release | Distributed by Public on 09/18/2025 02:12
En el sector del comercio es frecuente la realización de movimientos de manera repetida a lo largo de la jornada laboral pudiendo llegar a provocar lesiones en los músculos, nervios, ligamentos y tendones.
Cuando hablamos de movimientos repetidos hacemos referencia a todas aquellas actividades de tipo repetitivo que implican la realización de esfuerzos o movimientos rápidos de pequeños grupos musculares, generalmente de las extremidades superiores, agravadas por el mantenimiento de posturas forzadas y una falta de recuperación muscular.
Algunos factores de riesgos asociados al sector comercio
- Llenado de bolsas.
- Uso del teclado.
- Etiquetadoras.
- Apertura de cajas de productos y mercancías.
- Cortafiambres, deshuesadores…
CUÁLES SON LAS PRINCIPALES CONSECUENCIAS SOBRE LA SALUD DE LAS PERSONAS EXPUESTAS A MOVIMIENTOS REPETITIVOS
La realización continuada de tareas repetitivas puede suponer la aparición de trastornos musculoesqueléticos (TME) en las extremidades superiores. Los TME se definen como los problemas de salud que afectan al aparato locomotor, es decir, a los musculo, tendones, esquelotoóseo, cartílagos, ligamentos, nervios, y vasos sanguíneos del cuerpo.
La mayor parte de los TME por movimientos repetitivos aparecen gradualmente, tras largos periodos de exposición a unas condiciones de trabajo demasiado exigentes.
En los primeros estadios los TME aparecen en forma de dolor o molestias. Sus efectos suelen ser leves y transitorios (el dolor desaparece al abandonar el trabajo). No obstante, si la situación se prolonga en el tiempo pueden aparecer lesiones de mayor gravedad, que obligan a solicitar la baja laboral e incluso a recibir tratamiento médico. En los casos más crónicos, el tratamiento y la recuperación suelen ser insatisfactorios, pudiendo llegar a incapacitar a la persona para la ejecución de su trabajo.
Según la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, 3 de los 4 factores de riesgo más frecuentes en el ámbito de la seguridad de higiene en el trabajo están relacionados con los movimientos repetitivos.
Estas suelen manifestarse en forma de dolor, hinchazón, hormigueo o pérdida de fuerza y entre las más frecuentes destacan las siguientes:
QUÉ MEDIDAS PREVENTIVAS SE PUEDEN LLEVAR A CABO PARA REDUCIR SUS EFECTOS
En los puestos de trabajo y en las tareas en los que una evaluación de riesgos específica evidencie un nivel de riesgo significativo por movimientos repetitivos será necesario intervenir para reducir el riesgo hasta unos niveles aceptables.
Estas intervenciones resultan, a menudo, complejas y su eficacia depende de la acción coordinada en tres ámbitos de aplicación:
A continuación se proponen medidas preventivas, de los tres ámbitos de intervención, ordenadas por factor de riesgo.
Alta repetitividad
La reducción de la repetición de los mismos movimientos básicos de forma continuada se puede conseguir mediante:
Aplicación de fuerza elevada
Adopción de posturas forzadas
Falta de recuperación
Otras RECOMENDACIONES
- Reducir la fuerza que se emplea en ciertas tareas manteniendo afilados los útiles cortantes.
- En el caso de utilizar guantes de protección, estos deberán ajustarse bien a las manos para no reducir la sensibilidad de las mismas, puesto que, de lo contrario, se tiende a aplicar una fuerza por encima de lo necesario.
- Informar y formar al trabajador sobre los riesgos laborales que originan los movimientos repetidos y, poder así, trabajar con mayor seguridad.