04/07/2025 | Press release | Distributed by Public on 04/06/2025 23:17
«Necesitamos una base industrial de defensa más fuerte y resiliente. Necesitamos un ecosistema de innovación tecnológica… Necesitamos un sistema de adquisiciones más rápido y eficiente. Necesitamos encontrar nuevas formas de trabajar con aliados y socios que compartan los mismos objetivos.»
Libro Blanco sobre la preparación de la defensa europea 2030 - marzo de 2025
Europa se enfrenta a una nueva realidad de riesgos e incertidumbre en aumento, por lo que la preparación es más urgente que nunca. Para hacer frente a esta situación, el año pasado se encargó a Sauli Niinistö, ex presidente de Finlandia y asesor especial de la presidenta de la Comisión Europea Úrsula von der Leyen, evaluar los retos a los que se enfrenta la UE y proponer medidas para fortalecer su preparación ante futuras crisis.
Este esfuerzo se tradujo en la publicación del Niinistö Report on the Preparedness and Readiness of the EU en el 4T2024, en el que se hace hincapié en la urgente necesidad de hacer frente a los crecientes retos actuales en materia de seguridad. Junto con el Informe Draghi sobre Competitividad, ha contribuido a las recientes propuestas europeas sobre defensa, seguridad y preparación.
La industria de defensa y seguridad no es un sector más, sino un motor clave de innovación que impulsa avances tecnológicos que refuerzan la soberanía y modernizan naciones y regiones. Y para que las estrategias sean eficaces es necesaria una financiación adecuada. ¿Cuáles son los últimos planes de acción de la UE en materia de defensa, seguridad y preparación?
«La tecnología será la principal característica de la competencia en el nuevo entorno geopolítico. Un conjunto de tecnologías fundamentales y críticas, como la inteligencia artificial, la cuántica, la biotecnología, la robótica y la hipersónica, son elementos clave tanto para el crecimiento económico a largo plazo como para la preeminencia militar.»
Libro Blanco sobre la preparación de la defensa europea 2030 - marzo de 2025
Siguiendo las directrices políticas anunciadas en 2024 por la Presidenta von der Leyen para reforzar la industria de defensa de la UE, la Alta Representante, Kaja Kallas, y el Comisario de Defensa y Espacio, Andrius Kubilius, presentaron en marzo de 2025 el Libro Blanco sobre la Preparación de la Defensa Europea 2030 «para garantizar que Europa tenga una postura de defensa europea fuerte para 2030». Junto a este documento, el Plan Rearm Europe introduce un ambicioso paquete de medidas financieras para ayudar a los Estados miembros de la UE a impulsar significativamente las inversiones en defensa. El plan pretende aumentar el gasto de 102.000 millones de euros en 2024 -equivalente al 1,9% del PIB combinado de la UE- a al menos 800.000 millones de euros en los próximos cuatro años (ver detalles posteriormente).
Y para ayudar a la industria de defensa a superar sus puntos débiles, el proceso de revisión de la Directiva de la UE sobre contratos públicos de defensa y seguridad, previsto para 2026, tendrá en cuenta la recomendación la Brújula de la Competitividad de introducir una preferencia europea.
En su Plan de Defensa, la UE destaca los riesgos que plantean el ciberespacio y las amenazas híbridas, insistiendo en su compromiso con la ciberdisuasión. El libro blanco ofrece soluciones para subsanar las carencias críticas de capacidades y mejorar la base industrial de defensa, esbozando acciones estratégicas clave en estrecha coordinación con la OTAN:
Se han identificado siete ámbitos de capacidad prioritarios en consonancia con las decisiones adoptadas por los Estados miembros de la UE. Los avances en conectividad, redes 5G y nube para apoyar una comunicación segura y eficiente en todos los sistemas de defensa serán esenciales. Otros ámbitos críticos en los que los operadores de telecomunicaciones desempeñan un papel crucial son la movilidad, los drones, la inteligencia artificial (IA), las tecnologías cuánticas, la ciberseguridad, la guerra electrónica y la protección de infraestructuras críticas.
Los operadores de telecomunicaciones fiables serán actores clave en el panorama europeo, impulsando el poder industrial a través de sus infraestructuras, tecnologías, alcance y amplias capacidades en defensa y seguridad. La inversión podría ser un importante catalizador para impulsar la transformación tecnológica e industrial de Europa.
Ninguna capacidad de defensa puede funcionar de forma segura sin una infraestructura digital fiable. La columna vertebral de la seguridad de Europa depende de la fiabilidad y soberanía de sus redes de telecomunicaciones. Aquí es donde también entra en juego el sector de las telecomunicaciones, no solo como facilitador, sino como protector de la autonomía estratégica de Europa.
Junto con el Libro Blanco de Defensa, la Unión Europea propuso en marzo de 2025 una serie de medidas, en el marco de la Preparedness Union Strategy, para anticipar, prevenir y responder mejor a una serie de riesgos y amenazas. El objetivo de la UE es mejorar su capacidad general de resiliencia ante acontecimientos tanto previstos como imprevistos, basándose en tres principios fundamentales:
La estrategia se centra en el desarrollo de una comprensión global de las amenazas, la mejora de la resiliencia de las funciones vitales de la sociedad y la preparación de los ciudadanos aumentando su concienciación sobre los riesgos. También pretende reforzar la cooperación público-privada y cívico-militar, mejorar la coordinación de la respuesta a las crisis y profundizar en la colaboración con socios externos.
La UE tiene previsto aplicar esta estrategia en colaboración con los Estados miembros a través de una serie de 30 acciones específicas clave (entre más de 60), alineadas con sus objetivos entre 2025 y 2027. Sin embargo, la estrategia carece de un plan económico y un presupuesto claros, aunque su aplicación tendrá inevitablemente un coste.
«Hoy en día nos enfrentamos a un número cada vez mayor de desafíos de seguridad externos y a un número creciente de ataques híbridos en nuestro espacio común europeo.»
Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas
Al Libro Blanco sobre Defensa y a la Estrategia de la Unión sobre Preparación le ha seguido ProtectEU: una Estrategia de Seguridad Interior de la UE, publicada en abril de 2025, cuyo objetivo es proporcionar un marco global y unificado para prevenir, detectar y responder eficazmente a las amenazas contra la seguridad. Incluye:
Para el desarrollo de esta estrategia abogamos por la simplicidad, la proporcionalidad en las obligaciones y la necesidad de una financiación adecuada para garantizar una aplicación eficaz.
Además, junto con la aplicación actual del complejo panorama normativo de la ciberseguridad (por ejemplo, DORA, NIS2, CER, CRA), la Comisión Europea ha adoptado un plan de acción sobre la ciberseguridad de los hospitales y los proveedores de asistencia sanitaria en enero de 2025 y presentado un plan de acción para proteger los cables submarinos en febrero de 2025. Por último, el próximo Paquete Digital de la Comisión Europea, previsto para el cuarto trimestre de 2025, pretende reducir la carga administrativa y simplificar la legislación sobre ciberseguridad.
«Una preparación robusta no es gratuita. Las inversiones en preparación implican costes, pero estos se ven compensados por las ganancias a largo plazo en resiliencia, reducción de interrupciones, menores gastos de recuperación y competitividad a largo plazo.»
Estrategia de la Unión Europea en materia de preparación - 26.3.2025
A medida que la inversión en resiliencia adquiere mayor importancia, las estrategias deben garantizar que la elaboración de presupuestos y la financiación se integran perfectamente en la formulación de las políticas. Algunos planes incluyen propuestas presupuestarias y estrategias de inversión, pero muchas estrategias de seguridad actualmente en estudio siguen careciendo de apoyo financiero adecuado, lo que sigue siendo motivo de gran preocupación.
En materia de defensa, el «Plan Rearmar Europa» prevé un gasto de más de€ 800.000 millones de euros en 4 años, estructurado en torno a 3 ejes:
A punto de concluir el Marco Financiero Plurianual 2021-2027, el 28 de marzo se adoptó el programa de trabajo del Programa Europa Digital (DIGITAL) para 2025-2027, que asigna 1.300 millones de euros para apoyar el despliegue de tecnologías críticas en inteligencia artificial, ciberseguridad y competencias digitales.
Y la Comisión Europea está preparando el próximo Marco Financiero Plurianual (MFP), el presupuesto a largo plazo de la UE para 2028-2034. El objetivo es diseñar un presupuesto más sencillo, más centrado y con mayor capacidad de respuesta, alineado con las prioridades estratégicas de Europa. La propuesta está actualmente en fase de consulta y su resultado será crucial para el progreso general de Europa.
En última instancia, el sector de las telecomunicaciones es un socio estratégico clave para potenciar el progreso tecnológico y la resiliencia de Europa en un contexto geopolítico complejo. El aumento de la seguridad exige simplificar, proporcionalidad de las obligaciones y promover la inversión.
La sostenibilidad económica del sector de las telecomunicaciones será esencial para impulsar las inversiones necesarias para mejorar la resiliencia y fomentar el desarrollo tecnológico. Pero el sector privado no debe soportar la carga de proporcionar bienes públicos, o financiar redundancias para mejorar la resiliencia más allá de requisitos comerciales o razonables; los gobiernos deben asumir la responsabilidad de financiar las prioridades clave en estos aspectos, garantizar los recursos para cumplir con las nuevas obligaciones y alcanzar los objetivos en materia de seguridad digital.
Por último, la contratación pública puede ser un motor clave para el desarrollo de las tecnologías europeas y debe utilizarse estratégicamente, priorizando la resiliencia y la adopción de la innovación tecnológica europea, en lugar de centrarse únicamente en la búsqueda de precios aparentemente bajos.
Las ambiciones estratégicas deben ir acompañadas de condiciones favorables. La complejidad normativa, la fragmentación de los requisitos o las obligaciones sin financiación corren el riesgo de socavar la resiliencia que pretendemos construir. Un marco coordinado, simplificado y bien financiado no es opcional, es un requisito previo para alcanzar los objetivos de seguridad de Europa.