Desafiando desigualdades: políticas clave para avanzar en la agenda de primera infancia

"Solemos recordar muy poco de lo que nos sucede en los primeros años de vida. Y, sin embargo, es en esos años donde se construyen los cimientos del aprendizaje y de nuestra trayectoria futura", sostuvo Diana Rodríguez, Asesora en Género y Diversidad para el Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la apertura del encuentro en el que celebramos el día mundial de la infancia.

Durante el evento -del que puedes leer más aquí-, abordamos junto a referentes de la región los desafíos y las acciones urgentes a emprender para reducir las desigualdades que enfrenta la primera infancia. En este artículo, destacamos los avances, los desafíos y algunas otras reflexiones.

Mejoras en la agenda de primera infancia: el rol de la evidencia y las políticas públicas

El panel estuvo compuesto por el Dr. Mauricio Hernández Ávila, Director de Prestaciones Económicas y Sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social; la Dra. Eunice Deras, Directora Ejecutiva del Instituto Crecer Juntos de El Salvador; David Evans, Asesor Económico Principal del Sector Social del BID, y Florencia López Boo, Directora del Global TIES for Children en la Universidad de Nueva York. Durante la conversación, los especialistas destacaron avances importantes en América Latina y el Caribe (ALC) en los últimos 35 años, entre ellos:

• Hoy existe una mejor comprensión de las necesidades de los niños pequeños gracias a la medición poblacional. Varios países, como Chile, Uruguay, Perú y Colombia, han puesto en marcha encuestas longitudinales que siguen a un grupo de niños a lo largo del tiempo y permiten conocer sus trayectorias de desarrollo, las prácticas de crianza y el acceso a servicios.

• Gracias a las evaluaciones de impacto, nuestro conocimiento sobre qué funciona y qué no se ha visto revolucionado, revelando que los programas de desarrollo infantil temprano (DIT) benefician a los niños y también a sus madres.

• La primera infancia se ha posicionado en la agenda política de la región. En El Salvador, por ejemplo, se creó una política pública especializada y se fortalecieron marcos normativos como el de parto respetado, cuidado cariñoso y sensible y lactancia materna.

• Se ha podido estimar el costo de la inacción, publicado recientemente en la revista The Lancet, lo cual permite comunicar a hacedores de política lo que costaría en un futuro si hoy no se invierte en primera infancia. Por ejemplo, se ha demostrado que, en nuestra región, el hecho de que los niños no accedan a un año adicional de preescolar equivale a perder en promedio 1.6% del PIB anual, ya que se priva a los niños de mejores ingresos en la edad adulta.

¿En qué se debe invertir? Prioridades hacia el futuro

Uno de los desafíos para la región es aumentar la cobertura de los servicios de atención infantil. En México, por ejemplo, el objetivo es incrementarla del 8% al 20% y, para lograrlo, se proponen desarrollar modelos de construcción de centros más rápidos y ampliar la prestación a trabajadores del sector informal.

Otro reto compartido en la región sigue siendo la calidad de la atención. El panel coincidió en la necesidad de definir marcos de calidad de la atención y proveer oportunidades de desarrollo profesional que incentiven y reduzcan la rotación de cuidadoras y cuidadores formales.

Dos retos regionales emergentes son el cambio climático y la migración. En México, por ejemplo, el huracán Otis afectó a miles de familias, dejándolas sin servicios que promuevan la educación infantil temprana. En este sentido, en El Salvador se está trabajando en adaptar los servicios a situaciones de emergencia, a partir del desarrollo de un sistema de protección social responsiva a choques. En cuanto a la migración infantil, se señaló la escasez de datos y evidencia. En este sentido, investigaciones de otras regiones pueden inspirar intervenciones para nuestra región. Por ejemplo, se mencionó un estudio reciente de Global Ties que evaluó una intervención de preescolar acelerada y remota para niños refugiados sirios, demostrando la viabilidad de brindar educación de calidad en contextos de movilidad.

Otras reflexiones para el futuro de la primera infancia

Durante el evento también surgieron interesantes preguntas y comentarios de la audiencia, por ejemplo:

• Aprendizajes a partir de la pandemia de COVID-19. La interrupción de los servicios de DIT permitió aprender sobre su potencial de adaptarse a formatos remotos o híbridos. Dada la alta aceptación de estas modalidades por las familias y las lecciones recolectadas, hoy se está trabajando en protocolos de atención para la continuidad de los servicios ante potenciales situaciones de emergencia, como en El Salvador o en Ecuador.

• Intervenciones para reducir la violencia contra los niños. Si bien la evidencia proviene mayormente de países de altos ingresos, programas de pequeña escala, en Chile, Jamaica, Panamá, y de alcance nacional, en Perú, lograron reducir el castigo corporal.

• Innovación: diseño, implementación y evaluación. Cuando de innovar se trata, existen riesgos y cierta resistencia. Se necesitan mecanismos para financiar, diseñar, implementar y evaluar soluciones innovadoras y escalables orientadas a mejorar la vida de la primera infancia. Con esta misión, el Fondo de Innovación de Desarrollo Infantil Temprano ha beneficiado a más de un millón de familias vulnerables, contribuyendo a disminuir la desigualdad.

Son muchos los retos por delante, pero el compromiso es claro y los objetivos también. Si trabajamos con foco en desafiar las desigualdades, es posible construir un futuro mejor para la niñez. Conoce nuestro marco sectorial sobre desarrollo infantil temprano, descarga esta infografía para acceder a una mirada a la agenda de trabajo del BID para los próximos años y no te pierdas el video del evento.

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