09/29/2025 | Press release | Distributed by Public on 09/30/2025 07:53
Palau de Congressos de Catalunya (Barcelona)
DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ
Señor, majestad, president de la Generalitat, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, delegado del Gobierno, alcalde de Barcelona, presidente del Grupo Godó, autoridades, señoras y señores. Me gustaría comenzar, lo primero de todo, felicitando a los premiados, a las premiadas. En todos ellos y en todas ellas hay razones más que de sobra para para este reconocimiento.
Estos galardones reflejan lo que somos: una sociedad comprometida con el europeísmo, la solidaridad, la cultura, el feminismo, la justicia social y también la prosperidad compartida.
Hoy rendimos tributo a estos valores en personas y también en instituciones que son auténticos referentes de cada uno de ellos.
Permítanme resumir este tributo colectivo en las asociaciones de las víctimas de la DANA que hoy reciben el Premio Solidaridad junto con dos ONG muy importantes que hacen una labor fundamental como son la Cruz Roja y Cáritas. Sois un ejemplo para el conjunto de la sociedad catalana y para el conjunto de la sociedad española.
Y, además, sé que hoy es un día difícil, que estamos asistiendo a horas muy complejas y que muchas familias están reviviendo aquel día de dolor ante la previsión meteorológica de las próximas horas, precisamente allí, justo donde la tragedia golpeó hace casi un año.
Por eso quiero aprovechar esta tribuna para hacer un llamamiento a la serenidad y pedir también a toda la ciudadanía que siga las indicaciones de Protección Civil y de los servicios de emergencias.
Hoy y siempre confianza y unidad frente a la adversidad derivada de la emergencia climática que está viviendo el mundo y particularmente el Mediterráneo.
Caroline, he escuchado como todos tus palabras y se nos ha hecho un nudo en la garganta, y no puedo estar más de acuerdo con algo que has dicho: "El valor es hablar, cuando uno podría permanecer en silencio".
Gracias a tu madre y gracias a ti por el valor de hablar. Por contar lo que es absolutamente inimaginable y por convertir el dolor en un inmenso legado de dignidad para que la vergüenza, como bien decíais, cambie de bando de una vez por todas.
Javier, Carlos, me vais a permitir también que desde esta tribuna os dé la enhorabuena por pilotar esta esta nave de excelentes medios de comunicación, como ha relatado desde esta tribuna.
La hago además extensiva a todos los y las profesionales del Grupo Godó que trabajan día a día por un periodismo de calidad y comprometido con el rigor por encima de todo, comprometido con la verdad.
Sé muy bien que no es un empeño fácil en estos tiempos que corren. Nueve de cada diez españoles se ven expuestos a diario a noticias falsas que se viralizan, por cierto, seis veces más rápido que una real. Y el 40% de la población española reconoce, según los estudios demoscópicos, que le resulta más difícil distinguir una noticia real de una noticia falsa.
Hoy, por tanto, el periodismo de calidad libra una batalla desigual en un universo digital como el que vivimos. Mercaderes de la mentira, traficantes de odio que compiten con el periodismo honesto en el mercado de la atención. Sus bazas son el ruido, son la furia frente al análisis riguroso que medios de comunicación como La Vanguardia hacen desde hace décadas.
Es una batalla que debemos librar porque de ella depende en buena medida el futuro de la democracia y, por tanto, la salud y la prosperidad de nuestras sociedades.
Hay señales de alarma en muchos otros ámbitos. En algunos países vemos ataques directos, censuras a programas a una escala inédita en décadas, y no en cualquier parte, por cierto, sino en naciones que han sido pioneras de las libertades de expresión y de la libertad de prensa.
Allí se cancela al que piensa diferente y se atreve a disentir del poder establecido. Y los señores del algoritmo -porque son todos señores- impulsan una nueva censura desde sus monopolios de poder.
En otros lugares, como aquí habéis relatado con el vídeo, siguen jugándose literalmente la vida para hacer su labor esos periodistas; por ejemplo, en Gaza. Allí más de 200 informadores, como bien habéis relatado, han sido asesinados hasta la fecha.
Y la pregunta es ¿por qué? Por ser testigos incómodos de la masacre. Por ser custodios de la verdad frente a la impunidad.
Así que quiero también dedicar mis palabras para honrar su memoria y la de tantos y tantas periodistas en el mundo que pagan con su vida, como nos dice Reporteros sin Fronteras, el amor a esta profesión esencial para sostener nuestra libertad de expresión y también, lógicamente, nuestra democracia y la comprensión de lo que está pasando en el mundo.
Sin ella, evidentemente, la democracia es un ritual vacío; con ella crece el pluralismo y se enriquece el debate ciudadano. Y por eso debemos protegerla y evitar que se manipule como arma para difundir desinformación, incitar al odio o socavar las instituciones democráticas.
Defender la libertad de expresión es, en definitiva, defender la esencia misma de la democracia. Y por eso tenemos que alzar la voz. Tenemos que alzar la voz contra cualquier intento de anularla. Porque si eso ocurre, si perdemos nuestra libertad de discrepar sin miedo a las represalias, estaremos sembrando la semilla de la tiranía.
Señoras y señores, hoy La Vanguardia no solo reitera su compromiso con la verdad, con la excelencia y con la sociedad a la que sirve. También reafirma, como ha dicho antes su editor, su compromiso con su vocación europeísta al centrar esta gala en el 40 aniversario de la adhesión de España a la hoy Unión Europea.
El pasado mes de junio tuvimos ocasión de conmemorar ese acontecimiento histórico en un acto liderado y en presencia de Su Majestad el Rey.
En estas cuatro décadas -y con esto termino- creo que España y también Cataluña se han convertido en un auténtico baluarte de europeísmo. Baluarte por elección y también por interés, hay que reconocerlo. Pero sobre todo por convicción moral y por un sentimiento profundo. Y quiero, por tanto, reconocer el profundo vínculo de este grupo de comunicación con esa visión. Es fiel reflejo de una Cataluña abierta, dinámica y, como hemos visto también en las imágenes, cosmopolita, a la que este medio ha dado voz a lo largo de sus -se dice pronto- 144 años de historia.
Una vez más, enhorabuena a todas y a todos los premiados y, sobre todo, también a La Vanguardia por su compromiso con el ideal europeo, con la información veraz y con la calidad periodística.
Nada más y muchas gracias.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)