Este reconocimiento también simboliza una oportunidad para fortalecer el compromiso por impulsar las políticas públicas culturales, fomentar el intercambio de experiencias con otras ciudades de la red y promover iniciativas que impulsen la economía creativa local.

Esta designación no es solo un título: es el reflejo de un proceso profundo, sostenido y colectivo. Es el resultado de una visión que entiende que la creatividad no es un lujo, sino una herramienta poderosa para el desarrollo sostenible, la cohesión social y la proyección internacional. Es también el resultado de comprender a la cultura como un derecho y no como un privilegio.