01/13/2025 | News release | Distributed by Public on 01/13/2025 05:36
El sector agrícola enfrenta grandes desafíos debido a las condiciones climáticas adversas y la variabilidad en la disponibilidad hídrica. Factores como la falta de precipitaciones, altas temperaturas y las características del suelo han generado un panorama complejo que podría afectar la productividad y el rendimiento de los cultivos en las áreas monitoreadas.
De acuerdo con los datos publicados recientemente por Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO), las condiciones de disponibilidad de agua en las unidades de suelos de los departamentos de Misiones, Alto Paraná, Canindeyú, Caaguazú, Caazapá, San Pedro e Itapúa, presentan estados que oscilan entre "Sequía (0-10%)" y "Reserva Óptima (70-90%)". Sin embargo, para la segunda semana de enero 2025, la gran mayoría de los suelos registró un déficit de humedad en relación con las necesidades hídricas de los cultivos, lo que genera un escenario preocupante para el sector.
Fuente: INBIO
Por otro lado, INBIO reporta que la temperatura máxima absoluta superará los 40°C en varias zonas de la Región Occidental, mientras que en el resto del territorio nacional se prevén valores máximos variables, en un rango de 32°C a 38°C en sectores específicos. Esta situación aumenta el riesgo de estrés hídrico, especialmente en parcelas con suelos de textura arenosa, que presentan una baja capacidad de retención de agua y una mayor vulnerabilidad al déficit hídrico durante periodos de alta demanda evaporativa.
Es así que, las condiciones de déficit hídrico, combinadas con las elevadas temperaturas registradas en los últimos días, han incrementado significativamente la tasa de evapotranspiración. Como resultado, el riesgo de estrés hídrico en los cultivos es cada vez mayor, especialmente en parcelas que se encuentran en fases sensibles de desarrollo, como el cargado de granos, una etapa crítica para el rendimiento final de las cosechas, según el INBIO.
Así mismo, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) ha publicado un informe en el que confirma la presencia del fenómeno de La Niña, el cual se espera que persista hasta los meses de febrero-abril del 2025.
Este fenómeno climático se caracteriza por el enfriamiento anómalo de las aguas del océano Pacífico ecuatorial, acompañado de cambios en los patrones atmosféricos, como vientos más intensos y una reducción en la formación de nubes y lluvias en ciertas regiones. Estos cambios pueden tener un impacto significativo en la agricultura, alterando los ciclos de cultivo, reduciendo la disponibilidad de agua para riego y aumentando la vulnerabilidad de las cosechas a condiciones extremas como sequías o lluvias excesivas.
Finalmente, la Coordinadora Agrícola del Paraguay (CAP) filial Itapúa reportó que la situación es crítica para el cultivo de soja, especialmente para las parcelas sembradas después del 20 de septiembre 2024, tras la última cosecha de trigo. Por lo que estiman, que el estrés hídrico podría reducir la productividad en más del 50%, ya que la sequía coincidió con la etapa de llenado de granos, un periodo en el que la planta demanda altos niveles de agua y nutrientes. La soja, especialmente sensible al estrés hídrico, depende en gran medida de condiciones climáticas favorables para alcanzar un buen rendimiento.
13 de enero de 2025