IMF - International Monetary Fund

10/08/2025 | Press release | Distributed by Public on 10/08/2025 15:12

La incertidumbre económica puede poner a prueba la resiliencia del mercado de divisas

El mercado de divisas es el mercado financiero más líquido y grande del mundo, con un volumen diario de transacciones cercano a los USD 10 billones . Es la base del comercio y las finanzas mundiales, y su estructura está cambiando a medida que las instituciones financieras no bancarias (IFNB) asumen un papel más importante en las transacciones utilizadas para administrar el riesgo cambiario y acceder a financiamiento extranjero.

El papel central del mercado de divisas en el sistema monetario y financiero internacional lo hace muy sensible a la evolución macroeconómica y a los cambios en las políticas, en particular a aquellos que aumentan la incertidumbre. Tal como mostramos en un capítulo analítico [link] del Informe sobre la estabilidad financiera mundial (informe GFSR), el aumento de la incertidumbre financiera o económica mundial suele traducirse en una mayor aversión al riesgo por parte de los inversionistas y en un incremento de la demanda de activos refugio, lo que provoca volatilidad y tensiones de liquidez en los mercados de divisas.

Por ejemplo, las compras de dólares por parte de no residentes en Estados Unidos tienden a aumentar en 24 puntos porcentuales tras una escalada de la incertidumbre financiera -estimada a partir de las fluctuaciones esperadas de las acciones estadounidenses-, como la que se produjo al inicio de la pandemia de COVID-19 en marzo de 2020. Nuestro análisis de datos específicos sobre transacciones entre las principales monedas muestra que ese aumento en la demanda de activos seguros es especialmente pronunciado entre las instituciones financieras no bancarias. Si bien su actividad contribuye a sostener la liquidez en circunstancias normales, puede aumentar la fragilidad del mercado durante episodios de tensión.

En efecto, los episodios de aumento de la incertidumbre provocan fuertes oscilaciones de los tipos de cambio, una ampliación de los diferenciales entre los precios para los compradores y vendedores de divisas y un incremento de los costos de financiamiento y cobertura en moneda extranjera. Evaluamos este fenómeno utilizando una variable representativa basada en el diferencial del swap de divisas (denominada en inglés cross-currency basis), que refleja el costo de cambiar una moneda por otra en el mercado de swaps; una ampliación de ese diferencial denota tensiones en los mercados de divisas. Los efectos que muestra nuestro análisis tienden a ser más pronunciados en las monedas de los mercados emergentes, probablemente por tratarse de mercados más pequeños y con un menor acceso a la liquidez en dólares.

En un panorama económico mundial en transformación -marcado por cambios en las políticas comerciales, reajustes de la cadena de suministro y tensiones geopolíticas-, el aumento de la incertidumbre tras los anuncios sobre los aranceles por parte de Estados Unidos en abril puso de manifiesto patrones conocidos y otros nuevos. La demanda de dólares estadounidenses por parte de los no residentes aumentó en los mercados al contado, aunque de forma menos pronunciada que durante episodios anteriores, como el shock de la pandemia.

Las diferencias entre países en cuanto a los tipos de operaciones también se hicieron más evidentes, y algunas economías pasaron a ser vendedoras netas de dólares. En particular, la demanda de cobertura de las instituciones financieras no bancarias no residentes -para protegerse de una depreciación futura del dólar- fue más intensa y persistente, lo que apunta a un cambio en la forma en que los mercados reaccionan ante la incertidumbre.

Efectos de contagio entre mercados

Las tensiones en los mercados de divisas pueden propagarse a otros activos financieros. Por ejemplo, un aumento en los costos de financiamiento y cobertura puede elevar el costo de la gestión del riesgo cambiario, lo que podría afectar los rendimientos y las primas de riesgo de activos como las acciones y los bonos. Asimismo, el encarecimiento de los costos de financiamiento también puede mermar la capacidad de intermediación de las instituciones financieras, endureciendo las condiciones financieras y amplificando los riesgos para la estabilidad. Estos efectos son mucho más acusados en los países con mayores vulnerabilidades macrofinancieras, como niveles elevados de deuda pública, o cuando las instituciones financieras mantienen una proporción significativa de sus activos y deudas en distintas monedas.

Perturbaciones operativas

Más allá de su sensibilidad a los shocks macroeconómicos, los mercados cambiarios también están muy expuestos a perturbaciones operativas, como fallas técnicas, incidentes cibernéticos, cortes de suministro eléctrico y riesgos de liquidación, es decir, la posibilidad de que una de las partes entregue su moneda sin recibir la contraprestación correspondiente. Nuestro análisis muestra que incluso interrupciones relativamente breves en las plataformas de negociación de divisas pueden causar estragos en la liquidez del mercado. De manera similar, el riesgo de liquidación tiende a aumentar la volatilidad del tipo de cambio y sigue siendo especialmente importante para las economías de mercados emergentes y en desarrollo, muchas de las cuales no tienen acceso a mecanismos de mitigación del riesgo, como los sistemas de liquidación simultánea.

Fortalecimiento de la resiliencia

Pese a su gran liquidez, el mercado de divisas sigue siendo vulnerable a shocks adversos. Por ello, las autoridades económicas han de fortalecer la supervisión para realizar un seguimiento de los riesgos sistémicos derivados de las tensiones en el mercado de divisas. Para evaluar vulnerabilidades de financiamiento específicas de las diferentes instituciones financieras es esencial mejorar las pruebas de tensión sobre liquidez y llevar a cabo análisis de escenarios.

Las autoridades también deben concentrarse en reducir la falta de datos y cerciorarse de que las instituciones mantengan reservas adecuadas de capital y liquidez. Asimismo, deben establecer marcos sólidos de gestión de crisis que permitan responder con rapidez en caso de shocks.

Por su parte, los reguladores y los participantes del mercado deben mejorar la resiliencia operativa invirtiendo en ciberseguridad y trazando planes de contingencia, de forma que las infraestructuras y los principales actores del mercado de divisas puedan recuperarse rápidamente tras una perturbación.

A fin de reducir el riesgo de liquidación, se debe fomentar la adopción de mecanismos que permitan liquidar simultáneamente ambas partes de una transacción. Por último, la transición hacia plataformas financieras bien diseñadas también puede ayudar a reducir los costos de transacción, la volatilidad y los riesgos de liquidación.

Con una supervisión integral, salvaguardias más sólidas y plataformas modernizadas será posible reducir los riesgos, mejorar la eficiencia y dotar mejor a los mercados cambiarios de lo que necesitan para respaldar las finanzas mundiales.

-Este blog se basa en el capítulo 2 de la edición de octubre de 2025 del Informe sobre la estabilidad financiera mundial (informe GFSR), "Riesgo y resiliencia en el mercado internacional de divisas".

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