07/21/2025 | News release | Distributed by Public on 07/21/2025 04:26
Cuando la complicidad se disfraza de diplomacia: el Gobierno aprueba la hibridación de un proyecto energético de la empresa israelí Enlight Renewable Energy, promotora de la ocupación palestina.
Estas últimas semanas, la Unión Europea y España han tenido un papel profundamente decepcionante, una vez más, a la hora de dar una respuesta institucional al genocidio perpetrado por Israel en Gaza.
El 15 julio se reunió el Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea para debatir imponer sanciones a Israel por su violación del Artículo 2 sobre Derechos Humanos del Acuerdo de Asociación UE-Israel. Sin embargo, la reunión finalizó sin ninguna acción concreta y con declaraciones de Kaja Kallas, alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores, tales como: "El objetivo no es castigar a Israel, el objetivo es mejorar la situación en Gaza". Frases de este tipo demuestran la profunda complicidad de la Unión Europea en el genocidio mejor documentado del siglo y advierten de que la UE sigue dispuesta a ser el mayor socio comercial de un estado genocida. Una vez más, vemos cómo las instituciones compran tiempo para no emprender acciones reales.
Ya no nos sorprende el doble rasero de la Unión Europea, pero tampoco el del Gobierno español, que, por un lado, exige a la Unión Europea suspender el acuerdo de la UE con Israel, y por otro, sigue vendiendo y comprando armas al Estado israelí.
Sin ir más lejos, el miércoles 16 se hacía pública la noticia de que el Gobierno ha aprobado la ampliación del megaparque eólico más grande de todo el Estado, GECAMA, un proyecto impulsado por la energética israelí Enlight Renewable Energy, que colabora con el ejército israelí y promueve la ocupación palestina. Esta aprobación llega tan solo una semana después de que más de 130 organizaciones pidiésemos al Presidente Sánchez el fin de las operaciones comerciales de esta empresa en el Estado español.
Enlight Renewable Energy no solo colabora con el ejército que está asesinando a civiles en Gaza y Cisjordania, como también en Líbano, Siria e Irán, sino que ha construido proyectos sobre territorio declarado ocupado ilegalmente en los Altos del Golán (Siria) y territorios palestinos como el Gaza Envelope y el desierto del Negev. Sus actividades han provocado la expulsión de poblaciones de sus territorios ancestrales e impiden el crecimiento de municipios actualmente habitados.
Tras la aprobación de este proyecto, la empresa cómplice del genocidio obtendrá licencia para ocupar más de 300 hectáreas de territorio en los municipios de Atalaya del Cañavate, Cañada Juncosa y Tébar (Cuenca).
Juristas de Derecho Internacional han advertido de las implicaciones de seguir colaborando con empresas que asisten al Estado de Israel que está cometiendo crímenes de guerra y de lesa humanidad, sin embargo, el Gobierno sigue sin ser coherente con sus declaraciones y persiste en su colaboración con empresas que promueven la ocupación de Palestina y colabora con los autores del genocidio.