11/20/2024 | Press release | Distributed by Public on 11/19/2024 20:07
Odette, su esposo y sus nueve hijos llegaron hace poco a la ampliación del asentamiento de desplazados de Lushagala, a las afueras de Goma, la capital de la provincia de Kivu del Norte, al este de la República Democrática del Congo; provienen de Saké, a veinte kilómetros al oeste del asentamiento, que ha crecido rápidamente: en él residen más de 36.500 familias (la mayoría fue desarraigada por el recrudecimiento de la violencia en el territorio de Masisi en los últimos meses).
"Las explosiones nos despertaron en la madrugada. Entramos en pánico al escuchar disparos en una colina cercana. Huimos de inmediato", recuerda Odette. "Vimos muchísimos cuerpos a la mañana siguiente. En ese momento supimos que no podíamos volver. Caminamos durante dos días, hasta llegar a Lushagala. En el trayecto lloramos la pérdida de nuestros familiares, pero sentimos alivio porque logramos ponernos a salvo".
El complejo, prolongado y cruento conflicto en la República Democrática del Congo ha desplazado a más de 6,4 millones de personas dentro del mismo país, que ha dado acogida a más de 525.000 personas refugiadas que provienen de Burundi, República Centroafricana, Ruanda y Sudán del Sur.