09/24/2025 | Press release | Distributed by Public on 09/25/2025 02:44
New York (EEUU)
INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO, PEDRO SÁNCHEZ
Muchas gracias.
Presidentes, querido Yamandú. Y gracias a todos ustedes por invitarnos a participar en este homenaje tan entrañable.
Yo creo que hay personas cuya vida, pues en sí misma es un discurso. Y yo creo que José Mujica fue una de ellas, porque lo que decía coincidía con lo que hacía, como bien ha dicho el presidente de Uruguay y lo que hacía estaba siempre a servicio de lo que pensaba.
Tal día como hoy hace 12 años, y lo hemos visto en el vídeo, en la Asamblea General de las Naciones de Unidas, Pepe Mujica pronunció unas palabras que debemos hacer nuestras.
Nos dijo que estaba angustiado por un porvenir, que no vería, pero que seguía igual de comprometido con una humanidad mejor. Más si cabe. Y nos dejó una tarea a la que estamos llamados hoy todos y todas, que es cuidar la vida.
Recordemos por un instante el contexto de aquel discurso. El mundo entonces se enfrentaba a las consecuencias de una gran recesión económica, fue el comienzo de una pavorosa acumulación de cambios que daban vértigo y que sería difícil resumir.
Cambios que culminan hoy con el ascenso de una internacional, podemos decirlo así, ultra derechista, una internacional reaccionaria, que amenaza la propia supervivencia de la democracia. Hemos hablado precisamente de los tres presidentes junto con el presidente Lula y otros muchos presidentes en la Asamblea General de Naciones Unidas. Esa internacional ultra derechista se ha hecho fuerte en la mentira y en la manipulación de los debates, pero necesita para arraigar de otros dos factores que me gustaría compartir y recordar con todos ustedes.
La incertidumbre y el miedo. Y es precisamente ahí donde la democracia ha de hacerse fuerte, dando respuestas a los problemas inmediatos, ofreciendo certezas frente a lo incierto y esperanza, esperanza frente a cualquier tipo de temor.
Pepe Mujica entendió esta urgencia a mi juicio mucho antes que la mayoría. Por eso, cuando hablaba de cuidar la vida, se refería a hacer frente a la emergencia climática, a liberar a la economía de los estrechos límites del mercado, a una existencia, en definitiva, donde se trabaje para vivir y no se viva para trabajar.
Para él, la vida no podía declinarse en singular, para él la vida siempre fue plural. Supo que no hay futuros sin comunidad, que somos todas y todos al fin y al cabo lo que somos capaces de sostener entre todos y todas. Y ese plural de Mujica, a mi juicio, evidentemente no se entiende sin Lucía.
Lucía contaba en una entrevista hace unos meses como ella y Pepe Mujica habían recorrido kilómetros de conversación en el tiempo que compartieron. Y es que los seres humanos construimos los vínculos más firmes a través de la palabra, a través de la conversación.
Bueno, este es el primer principio que impulsa este foro, establecer vínculos a través del diálogo que nos permitan proteger y profundizar la democracia, querido presidente. Que las instituciones, en definitiva, pues sean útiles en la vida cotidiana de la población a la que representan. Que sirvan a la gente de a pie, desde los gobiernos por y para la gente de a pie.
Yo creo que la principal tarea que debe ocuparnos es reducir la desigualdad, todo tipo de desigualdades, desde la de género, la desigualdad también intergeneracional o, evidentemente, la desigualdad social y territorial.
Y debe hacerlo como un deber moral y también como algo pragmático, porque la política también es eso. No se trata de elegir entre crecimiento y justicia social, se trata de que las sociedades que crecen de una manera equilibrada son más estables y son más prósperas.
En segundo lugar, necesitamos que nuestros ciudadanos y ciudadanas recuperen la soberanía informativa. Vivimos en un mundo donde cada vez importan menos lo que se puede decir, porque son los señores del algoritmo quienes deciden la conversación en el espacio público. Y por tanto la gobernanza digital democrática, inclusiva, que este foro impulsa busca que ese feudalismo digital, que es como se llama ahora, no debilite la cohesión social y por tanto la convivencia, dentro de las sociedades y entre naciones.
La palabra, por tanto, como puente, no como muro. Yo creo que eso también busca fortalecer la libertad de expresión para que siga siendo un derecho y no se convierta en un privilegio al alcance de unos pocos.
Y, en tercer lugar, buscar, precisamente en esta Asamblea General de las Naciones Unidas, instituciones multilaterales en las que el poder no dependa de la fuerza para imponerse, sino de la razón para convencer.
Y, en fin, nuestra seguridad debe provenir de un equilibrio global que destierre la sombra de la guerra, lo ha dicho antes Lucia. Yo no puedo más que aplaudirlo.
En fin, ¿Qué diría Pepe Mujica sobre lo que está sucediendo en Gaza? ¿Qué sentiría al ver la Franja convertida en un cementerio de niños y de niñas? ¿Qué pensaría de un mundo que exhibe la retórica de los derechos humanos, pero permite su violación sistemática? ¿Qué escribiría sobre este ejercicio de cinismo y de doble rasero que está perpetrando la comunidad internacional? Yo creo que lo que está haciendo el primer ministro en Netanyahu en Gaza no tiene nombre, pero sí una palabra que lo define y es genocidio.
Y precisamente como presidente de un país europeo, que también defiende lo mismo que defendemos en Gaza lo defendemos en Ucrania, quiero afirmar ante los líderes del sur global que los derechos humanos son un principio irrenunciable y que no admite por tanto doble raseros. Y desde nuestro país, humildemente, lo que hacemos es predicar con ese ejemplo. No sólo desde nuestra propia experiencia histórica, sino desde el valor de la coherencia. La que nos dice que a veces es mejor estar solos que mal acompañados, porque sabemos que esa soledad es efímera y que muchos otros acabarán uniéndose a esa voz que es el sentido común.
Por eso, yo creo que es tan importante que la Unión Europea se haya expresado con claridad meridiana y rotunda el pasado lunes al tratar de impulsar esta conferencia de los dos Estados y reconocer al único Estado que aún no ha sido reconocido, que es el estado de Palestina.
En fin, yo creo que la coherencia y el coraje son imprescindibles cuando se elige el lado correcto de la historia. Y este foro, pues, en fin, reúne a muy buenos amigos de España y también del Gobierno de España, presidente Chile, presidente de Uruguay, Lula no ha podido acompañarnos, también Gustavo Petro, y a mí mismo, y yo me pregunto qué es lo que nos une más allá de los evidentes vínculos históricos y culturales. Bueno, yo creo que lo que nos une, lo que une a nuestros países, es que han aprendido a valorar la libertad porque sabemos cuál es el precio de perderla.
Para todos nosotros, para todas, la democracia es mucho más que un procedimiento. Es la manera en que nuestros ciudadanos y ciudadanas afirman su voluntad sobre los poderosos. Hoy el autoritarismo vuelve a caminar, arrogante, por el mundo, los países que tenemos aún, bueno, reciente, la herida de la tiranía de la dictadura en España, fueron 40 años.
Tenemos el deber de recordarlo a quienes parecen haberlo olvidado. Recordar que, en mi propio país, en la España, hoy europea, moderna, avanzada hace, justo este año, 50 años a aquella dictadura moribunda ejecutaba a cinco personas, que las mujeres seguían sometidas al machismo institucional y que la disidencia y la discrepancia se pagaban con la cárcel y con las torturas. Concluyo, contaba Pepe Mujica en una entrevista en un medio de comunicación español poco antes de morir, que toda su vida, y cito textualmente y abro comillas, se había dedicado a cambiar el mundo y no cambió un carajo, pero al menos había estado entretenido.
Algo cambió, algo cambió Pepe Mujica. Es en lo único en lo que dice esto radicalmente con él. Lo cambió porque dio esperanza, porque inspiró con su ejemplo de vida y porque nos devolvió la fe en la utopía y en el progreso de la humanidad.
No sólo cambió el mundo, lo hizo más digno con su ejemplo de vida. Muchas gracias.
(Transcripción editada por la Secretaría de Estado de Comunicación)
(Intervención original en español)